La OTAN ofrece a Moscú reforzar la cooperación

Los ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN decidieron ayer en Copenhague ofrecer a la Unión Soviética y los demás países del Este un marco reforzado de relaciones, que incluye cursos de formación a los militares de estos países en academias militares de la Alianza Atlántica. Para Hungría, Polonia y Checoslovaquia, el mensaje es una garantía para la estabilidad y la paz en Europa. En lo que se refiere a la URSS, el objetivo es disipar los recelos que suscita la nueva estructura de fuerzas aliadas y la estrategia militar futura de la OTAN.

El cuadro de cooperación con el Este ratifica la política de "mano tendida" ofrecida el 6 de julio de 1990 en la cumbre de Londres. Esta "asociación con los países de Europa central y oriental" anticipa una de las cuestiones clave para la nueva OTAN y su papel de garante de una seguridad paneuropea que los jefes de Estado y de Gobierno aliados deberán sancionar en noviembre, en la cumbre de Roma. Quedan por resolver las diferencias entre los aliados sobre la nueva estrategia y la definición del pilar europeo. Francia, por boca del ministro Roland Dumas, insistió ayer en que la OTAN ha empezado "la casa por el tejado". El Comité no pertenecen los franceses, decidió la pasada semana la nueva estructura militar y la creación de fuerzas de reacción rápida, cuando todavía no hay acuerdo sobre la futura estrategia aliada ni sobre la identidad europea de defensa. Dumas se queja, no sin razón, del triunfo de las tesis norteamericanas y británicas, al primar de tal manera la preponderancia de los vínculos transatlánticos que no queda espacio para el papel que aspiran a jugar la CE y la UEO.Falta tiempo

Para el rninistro español Francisco Fernández Ordoñez, "la identidad europea es una idea emergente que llevará tiempo concretar". Italia y Bélgica también se inclinan por el realismo a la hora de elaborar el paquete que los 16 ministros aliados, incapaces de encontrar un consenso, elevarán a la cumbre. El secretario de Estado norteamericano, James Baker, puntualizó que "OTAN y defensa europea no se excluyen mutuamente".

La realidad es que la nueva estructura de fuerzas va a condicionar el resultado final. A Alemania le resuelve, por la vía de divisiones multinacionales, el problema de soberanía que representan las actuales fuerzas de ocupación en su territorio y por eso se olvida del proyecto franco-alemán de febrero para una defensa europea en el seno de la CE. Francia corre el riesgo de quedarse aislada, poco satisfecha con su posible participación en esas fuerzas de reacción rápida en caso de intervención fuera de zona. Como serán polivalentes y las piezas multinacionales que la componen intercambiables, cabe la posibilidad de una intervención en la que participen sólo fuerzas de países de la CE o de la UEO, siempre que la OTAN así lo permita. El resto de los países comunitarios, incluida España, están ya comprometidos en el acuerdo.

La capacidad de intervención rápida de las nuevas fuerzas que creará la Alianza Atlántica despierta el temor de la URSS. El comunicado del primer día de la reunión de primavera del Consejo Atlántico iniciada ayer en Copenhague, evita por segunda vez en la historia de la Alianza mencionar a la Unión Soviética como enemigo. Según un diplomático, "los ministros de Exteriores han dado un envoltorio más político a un acuerdo de estructura militar alcanzado por los titulares de Defénsa", en el que abundaban las referencias a las amenazas por la inestabilidad que en la URSS y los países del Este.

Esta vez el mensaje es de cooperación en todos los campos, aunque la realidad de la oferta podrá calibrarse mejor en la reunión de los siete grandes en Londres el próximo julio.

La oferta de asociación refleja también las diferencias entre los aliados. EE UU, Canadá. y Alemania querían extender el protagonismo de la, OTAN en él esquema de seguridad europea. Francia, apoyada por España y otros países, defendió el papel reservado a la Conferencia de Seguridad y Cooperación Europea (CSCE).

El resultado final es un equilibrio. A la Unión Soviética se le garantiza que no habrá extensión de la Alianza Atlántica hasta sus fronteras, sino un germen de asociación de la que no está excluida. La CSCE queda dentro de un mecanismo de consultas de urgencia para prevenir conflictos.

El secretario de Estado norteamerican, James Baker, se entrevistará-hoy, en Ginebra (Suiza) con el ministro de Asuntos Exteriores soviético, Alexandr Besmértnij, para ultimar la cumbre entre Bush y Gorbachov.