Amadú Tumani Turé: "El Gobierno provisional ha instaurado el respeto al pueblo"

Amadú Tumani Turé, ATT para los malienses, de etnia peulh y nacido en Moptí, es teniente coronel de los paracas -como él mismo dice entre risas-, en cuyo uniforme se mueve como un felino. Los militares golpistas lo nombraron jefe de Estado. Tiene 43 años y se siente "capaz de hacerse respetar por los ancianos y por una sociedad tan tradicional como la maliense", porque en Malí la lealtad debe ser recíproca, y "el Gobierno provisional ha instaurado simplemente el respeto al pueblo que la dictadura había pisoteado".La noche del 25 de marzo detuvo a Bala Musa y a su esposa, la emperatriz Mariam Traoré, una Imelda Marcos africana, que habían legado al país una catástrofe económica y una tragedia social, culminadas con un baño de sangre y violencia en la semana del 20 al 26 del pasado marzo. Para que se produjera este cambio brusco influyó, "en primer lugar, el soplo de la democracia por todo el mundo, vientos que comenzaron en 1988 en Argelia y, tras su paso por Europa del.Este, han vuelto de nuevo a África, la dificilísima situación económica del país y la obstinación del antiguo régimen en no querer aceptar el cambio y la democratización".

"Con su intervención, el Ejército no ha hecho más que dar un sentido a esta crisis generalizada y concluir la obra de la juventud estudiantil y de las organizaciones democráticas. Si no hubiéramos intervenido,- sólo Dios sabe dónde estaríamos ahora; con toda seguridad, la sangría hubiese continuado: De todas maneras, no debemos descartar aún ninguna posibilidad aventurerista, porque nos hemos hecho cargo de una coyuntura en estado de choque, no lo olvidemos. Sin embargo, ni los sables ni las botas van a traer la quietud a Malí, sino el sentido común, la paciencia y las explicaciones simples y sinceras al pueblo".Preocupado por demostrar al mundo su sinceridad democrática, Amadú Turé tiene el empeño de que "la justicia civil se encargue de los responsables de la degradación del régimen anterior y que estos juicios se lleven a cabo antes de entregar el poder a un Gobierno salido de las urnas".

Amadú Tumani Turé fija para el 20 de enero de 1992 la fecha en la que el Ejército regresará a sus cuarteles. "La labor actual de las Fuerzas Armadas consiste sólo en apoyar al actual Gobierno provisional, compuesto en un 80% de civiles, que prepara para el mes de junio una conferencia nacional de los partidos políticos de la que saldrá la convocatoria de las primeras elecciones libres en Malí".

En el horizonte político inmediato, el peligro mayor para la transición es el problema tuareg, que él considera integramente maliense. "Es paradójico, pero precisamente en la región más depauperada se están produciendo pillajes y ataques armados, no ya contra el Ejército, sino contra poblaciones civiles, por parte de bandas disidentes de las dos organizaciones de los nómadas que participan en el Gobierno provísional, el MPA y el FIA. Hoy, cualquier postura tiene cábida en Malí por la vía del diálogo democrático. Que se sepa bien claro que esto no es una guerra más que en el espíritu de quíenes quieren desestabílízarnos".

El jefe del Estado cree que, dadas las buenas relaciones entre España y los países del Magreb, "el Gobierno español estaría en condiciones de mediar para traer la paz a estas zonas saharianas". Aunque puntualiza: "Aunque es el primer país europeo geográficamente a nuestro alcance, a nivel diplomático y de cooperación está muy lejos. Pero podría colaborar, por ejemplo, debido a su experiencia, en el desarrollo de nuestro sector turístico aún virgen. Además, personalmente, me gustaría que se abrieran representaciones diplomáticas en Madrid y en Bamako".