Segundo día de protestas contra los rebeldes que controlan la capital etíope.
Las fuerzas del Frente Democrático Revolucionario Popular de Etiopía (FDRPE) dispararon ayer al aire para dispersar a varios cientos de manifestantes, que expresaban su protesta -por segundo día consecutivo- contra las fuerzas guerrilleras que el pasado martes tomaron la capital, Addis Abeba. El miércoles hubo nueve muertos entre los manifestantes durante una protesta similar.
"Una Etiopia, coreaban los congregados ayer en acciones al parecer espontáneas contra el respaldo de Estados Unidos a las fuerzas del FDRPE, que han formado un Gobierno provisional y han formulado un llamiento para que se reanude el trabajo. En él se advierte a los funcionarios que pueden perder su puesto si no se presentan a trabajar. Ayer no se produjeron víctimas mortales durante la manifestación, pero los cuerpos de los muertos del rniércoles yacían aún en las calles de Addis Abeba.Pese a estos incidentes y la difícil situación, la capital etíope tenía ayer un aspecto relativamente normal, y muchos persorias acataban el llamamiento del Gobierno provisional para que volvieran al trabajo. Pero bajo esta apariencia de calma, las fuertes tensiones, subsisten, tras la toma de la capital por el FDRPE, que sustítuyó en el poder al régimen del huido presidente Mengistu Halle Mariam.
Este nuevo Gobierno de Etiopía, formado principalmente por los rebeldes de la norteña provincia de Tigra y, ha producido resentimiento entre los habitantes de la capital, debido a la etnia de sus dirigentes y a su alianza con los independentistas de Eritrea, opinan algunos analistas.
"Es una situación muy peligrosa", declaró Alez de Wall, director adjunto de Africa Watch, organismo de defensa de los derechos,humanos en ese continente, ya que los miembros de la etnia amhara, del centro del país, están indignado por haber perdido el monopolio del poder del que han gozado durante medio siglo y el temor, perder Eritrea, tras una guerra que duró 30 años.
Amnistía Internacional, por su parte, formula hoy un llamamiento a los rebeldes que controlan el poder para que eviten las muertes, torturas y detenciones que caracterizaron al régimen de Mengistu.
Desde el pasado martes, los enfrentamientos han producido 200 muertos y 400 heridos en la capital etíope, según inforinaron ayer representantes del Comité Internacional de la Cruz Roja.
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