Los guantes con polvos de almidón provocan problemas posoperatorios
Cerca del 60%, de los pacientes que soportan cirugía abdominal desarrollan adherencias o granulomas peritoricales, que sólo en algunos casos son provocados por los polvos de almidón con que son lubricados los guantes quirúrgicos. Estos problemas suelen dar lugar a reingresos hospitalarios acompañados a menudo de nuevas intervenciones quirúrgicas."En ocasiones", explica Ricardo Campodrón, jefe del Servicio de Cirugía del hospital Nuestra Señora de la Esperanza, de Barcelona, "los granulomas por almidón no son identificados y pueden conducir a errores en el diagnóstico ya que algunas veces la reacción del peritoneo es tan intensa que en enfermos operados de tumores malignos puede confundirse con una diseminación de la enfermedad cancerosa". El peritoneo es una membrana que rodea los órganos abdominales, y siempre que se irrita produce un tejido conjuntivo que hace que las asas intestinales se peguen entre sí.
"Cuando una persona llega con una obstrucción intestinal, lo primero que se le pregunta es si ha sido operado del abdomen. Y en caso afirmativo debe comprobarse su hoja operatoria, donde debería constar si ha existido o no contaminación con talco o almidón", explica José Balibrea Cantero, presidente de la Asociación Española de Cirujanos.
En numerosos hospitales estadounidenses y de algunos países europeos se ha sistematizado ya el uso de nuevos guantes, lubricados de forma similar a los preservativos, revestidos internamente con un hidrogel, un polímero inocuo para la epidermis. En España, sin embargo, los guantes con almidón no han sido aún reemplazados, fundamentalmente por cuestiones económicas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.