La lotería de la vida, según Kieslowski
Krysztof Kieslowski, el autor del célebre Decálogo, conserva el humor austero y el pesimismo profesional de siempre. Con aquel aire de melancolía y resignación, habitual en los artistas que provienen del Este, se ha presentado en Cannes para ofrecer su última obra, La doble vida de Verónica, en la que demuestra, según dice, que "la vida es como una lotería"."Mi nueva película es una historia de amor y de misterio", explica el cineasta. "Son dos adolescentes, una polaca y la otra francesa, que sin tener nada en común son idénticas: el mismo nombre, el mismo rostro, la misma edad. Ambas son cantantes en un coro, ambas padecen la misma enfermedad cardiaca. Veronique, la francesa, se aprovechará inconscientemente de la sabiduría de la Veronika polaca, una especie de comunicación no verbal a distancia. Esta última muere y, a causa de su muerte, la primera sobrevivirá".
Y, para Kieslowski, todo esto ocurre "porque la vida es como una lotería: cuando uno gana, hay siempre uno que pierde. La victoria proporciona placer. El fracaso, dolor".
El misterio, la dualidad y aquellos vínculos implícitos parecen ser la clave de La doble vida de Verónica: "No he querido representar una metáfora, ni hacer distinciones entre Europa occidental u oriental, ni mostrar una vez más el triste destino polaco. Pero el hecho de que la Veronika polaca sea la víctima y muera, para que la francesa sobreviva, son internacionales".
La película ha sido financiada con capital francés y producida por TOR, la casa cinematográfica fundada por el mismo cineasta polaco. En cuanto a su vuelta a Polonia, afirma Kieslowski: "Por el momento no regresaré a mi país, pues estoy ultimando un guión de una trilogía, Blanco, rojo, azul, inspirada en los colores de la bandera francesa. Serán tres obras independientes entre sí, dedicadas a los tres ideales de la Revolución del 89: libertad, igualdad y fraternidad".
