_
_
_
_
_
LA BATALLA POR EL PODER LOCAL

Drástico cambio socialista durante la campaña

Luis R. Aizpeolea

La predisposición favorable del secretario de organización del PSOE, Txiki Benegas, a que se impongan sanciones a los senadores que votaron el jueves en la Cámara Alta por sus compañeros ausentes, se une a la mantenida la víspera por el presidente del Senado, Juan José Laborda. Hoy, el presidente de la Cámara Alta propondrá a la Mesa del Senado repetir la votación fraudulenta de la Ley del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) que se produjo el jueves en el foro parlamentario dónde 156 senadores emitieron 177 votos.El cambio repentino de opinión del presidente del Senado, el socialista Laborda, -que sólo 48 horas antes se había negado a admitir la existencia de irregularidades-, y la predisposición favorable del dirigente del PSOE, Txiki Benegas, a las sanciones -siempre que se demuestre que las irregularidades han existido, según ha matizado- se producen cuando el escándalo ha salpicado las primeras jornadas de la campaña electoral y amenaza con situarse en el centro de los debates.

Más información
Los españoles pagarán ahora por la campaña de los partidos al menos un 68% más que en 1987
Guerra pregunta a Aznar si guarda los indultos "para traficantes y criminales"
Serra comparte mitin con el líder de los comunistas ortodoxos catalanes
Suárez afirma que el PP está a la "caza y captura" de militantes del CDS
Anguita pone el aborto y la política militar como muestras de su distancia con el PSOE
Peinados y sin joyas
El apéndice de Suárez
Alcalde de Europa
Aznar desafía a Felipe González a un debate "donde y como quiera"

El influjo de la campaña electoral en el cambio de comportamiento de los partidos -en este caso del PSOE- está resultando descarado si se tiene en cuenta que hace menos de un mes, una reclamación parecida presentada en la Mesa del Congreso, a causa de otra votación fraudulenta de la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, chocó con la posición imperturbable de su presidente, Félix Pons. Lo que la sensibilidad democrática y las presiones de toda la oposición no consiguieron entonces, el temor a que el escándalo -que también afecta a senadores del Partido Popular (PP)-, condicione la campaña electoral suaviza ahora las posiciones socialistas.

Del mismo modo, el programa de viviendas -sólo expuesto en sus líneas generales- ha servido para retratar un giro populista en el PSOE, que viene condicionado por los sondeos favorables que las encuestas otorgan a la oposición de PP e Izquierda Unida (IU) así como por la necesidad socialista de sacarse la espina de la pérdida progresiva de voto e influencia en los grandes núcleos urbanos. El propio estreno de Felipe González en su mitin de este fin de semana en Valencia ha estado imbuido por estas pautas.

El presidente del Gobierno ha desenfundado un léxico y unos modos inusuales en su actividad en la Moncloa, con la pretensión estratégica de aislar al PP. Además de clasificar al PP como "la derecha", ha lanzado duros ataques a su presidente, José María Aznar, cuya continuidad como líder al frente del partido ha puesto en cuestión. El arranque de esta campana también refleja que el reparto de papeles entre Felipe González y Alfonso Guerra continúa. Guerra ha rematado, en su estreno electoral en Alcázar de San Juan y ayer, en Granada, las críticas apuntadas por el número uno del Gobierno y partido.

El PSOE que busca en esta campaña el 'cuerpo a cuerpo' con el principal partido de la oposición -casi el único que puede arrebatarle algunas alcaldías importantes y el gobierno de algunas autonomías- no ha encontrado aún respuesta en el líder del PP, José María Aznar, que ha eludido entrar al trapo de los ataques socialistas. Sin embargo, Aznar no ha conseguido mantener la quietud en sus filas y Francisco Álvarez Cascos, su secretario general, se despachó ayer con dureza contra González.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

La principal tarea del líder de Izquierda Unida (IU), Julio Anguita, -que ayer ofreció un mitin en Oviedo- es tratar de desmarcarse del PSOE ante la campaña populista de los socialistas y las expectativas de pactos electorales. Anguita está tratando de hacer valer el voto de IU con duros ataques a la política del PSOE en materia económica, social y de defensa.

El CDS -cuyo presidente, Adolfo Suárez, intervino ayer en Ciudad Real- ha planteado sus primeros escarceos electorales a la defensiva, como consecuencia de las bajas expectativas de los sondeos. La intervención de Suárez, pidiendo en Alcorcón "menos aplausos y más votos" es expresiva. Pero lo es más aún la ausencia del alcalde de Madrid, Agustín Rodríguez Sahagún, en su mitin de Alcorcón.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_