Ayuda a los kurdos

A consecuencia del problema actual sufrido por el pueblo kurdo, la organización internacional Cruz Roja difundió por los medios de comunicación una campaña de recogida de ropa usada, solicitando la aportación de todos los ciudadanos españoles.De forma totalmente voluntaria me dediqué a pedir a vecinos y amigos, consiguiendo una gran cantidad de prendas.

El problema comenzó cuando intenté buscar medio de transporte, pues yo no dispongo de ninguno y en un taxi era imposible llevar tanta carga.

Me puse en contacto con la Cruz Roja y me dijeron que no disponían,de servicio de recogida pero que lo intentarían a lo largo de la mañana. Mientras, me dediqué a llamar a diferentes asociaciones y números telefónicos que, según la Generalitat, están al servicio del ciudadano. Pasa-

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ron las horas, nadie se hacía responsable ni me daba ninguna solución y la Cruz Roja me confirmó a última hora que no podían (o no querían) venirme a buscar.

Ante esta falta de lógica mis preguntas son: ¿Cómo una organización como la Cruz Roja monta una campaña utilizando la sensibilidad de la gente y no quiere disponer de los medios que tiene a su alcance? ¿Por qué cuando finalmente consigo llegar hasta el punto de recogida veo coches y furgonetas con el emblema de la Cruz Roja aparcados a lo largo de la calle? ¿Qué se supone que tenía que haber hecho yo después de pasar todo un domingo recogiendo ropa y una mañana entera pegada al teléfono? ¿Tirar la ropa? La impotencia y rabia me decían que sí, esos ojos que me miraban desde el televisor me daban la fortaleza suficiente como para llegar hasta el final.

Así pues, el éxito de esta campaña tiene más que ver con la voluntad personal de cada ciudadano y voluntario de la organización que con la propia Cruz Roja o cualquier otra entidad que disponen ya de los medios suficientes para hacer llegar las ayudas a su destino sin demasiado esfuerzo- Marina Ochoa.