Los franceses querrían dinamitar la Pirámide del Louvre, según una encuesta

Al mismo tiempo que el presidente Mitterrand celebra sus 10 años en el poder, la prensa francesa publica una encuesta en la que la ciudadanía confiesa sus sueños de urbanista destructor. Las grandes obras -Pirámide del Louvre, Arco de la Défense, remodelación del jardín interior del Palais Royal...- emprendidas durante el decenio socialista figuran entre las construcciones que quisieran dinamitar.

El primer lugar en la lista es la parisiense prisión de La Santé, que un 48% de los encuestados desea ver saltar por los aires. Le sigue el túnel de La Fourviere, en Lyón, obra que genera embotellamientos de los que todo automovilista galo ha sido víctima. Es a partir del tercer puesto que la dinamita expresa sueños individuales compartidos. El Pompidou, el famoso Beaubourg, despierta la animosidad de un 41%, que, sin duda, ve con malos ojos todo lo que sea arte contemporáneo. Las formas puras del Arco de la Défense provocan a un 29%, y las de la Pirámide del Louvre irritan a un 25%, que no comprende el sentido de una construcción que, además de parecer inútil, es enana comparada con los originales egipcios de piedra.

La lista se cierra con modestas expresiones de surrealismo antiturístico: entre un 2% y un 3% de los encuestados dinamitarían Notre-Dame.