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Solchaga replica a Bérégovoy y asegura no tener urgencia por bajar los tipos de interés

El ministro de Economía español, Carlos Solchaga, declaró ayer no tener "ninguna urgencia por bajar los tipos dle interés", en respuesta a las críticas que su homólogo francés, Pierre Bérégovoy, presentó ante el Grupo de los Siete sobre el elevado precio del dinero en España. La polémica sobre impulsar el crecimiento o controlar la inflación se agudizó ayer al trasladarse al Comité Interino del Fondo Monetario Internacional.

Según Bérégovoy, los tipos de España no se corresponden con su necesidad de luchar contra la inflación, según fuentes del Comité Interino del FMI. Las referencias a España durante la reunión del G-7 fueron tan insistentes que el presidente del Bundesbank, Karl Otto Póhl, preguntó ayer al ministro de Economía español, Carlos Solchaga, si en realidad es necesario mantener una política monetaria tan estricta en España, según confirmó el propio ministro. La respuesta de Solchaga fue que sí, que España debe mantener tipos de interés reales (es decir, después de descontar los precios) más altos incluso que Alemania para luchar contra su inflación.La prioridad de la inflación frente a la reactivación económica por la vía de mantener altos tipos fue ayer abanderada por el ministro de finanzas alemán, Theo Walgel, ante el FMI. En el lado opuesto no estuvo, sin embargo, EE UU, pues su secretario del Tesoro, Nicholas Brady, decidió mantener una línea mas neutral.

El gran defensor de la caída de tipos fue ayer Bérégovoy, pues, en su opinión, en estos momentos, la preocupación prioritaria no debe ser la inflación -que está controladasino salir de la recesión. "Hay que hacer todo lo necesario para impulsar el crecimiento".

La neutralidad de Brady se interpreta como un signo de satisfacción por el comunicado que hizo público el G-7 a última hora del domingo. El contenido de tan críptico texto es más ambiguo de lo que puede parecer en una primera lectura, según los expertos del FMI.

El matiz, según las mismas fuentes, radica en el énfasis que el G-7 pone en los tipos de interés reales frente a los nominales, pues para reducir los primeros es necesario actuar con política fiscal antes que monetaria. Esto significa que, de forma implícita, el G-7 pide a EE UU que para bajar sus tipos de interés a medio plazo reduzca antes su déficit público.

Esta misma neutralidad fue esgrimida por el ministro de economía español, Carlos Sol chaga, quien ayer, en su discur so ante el FMI, puso en el mis mo nivel de "preocupación" la desaceleración del crecimiento económico y el agravamiento de las tensiones inflacionistas. Durante su intervención, Solchaga confirmó la previsión del FMI sobre el despegue de las economías del mundo en 1992 y reclamó a los países con ma yor peso en la economía mundial que, ante las contradiccio nes que puedan darse entre sus objetivos domésticos y sus res ponsabilidades internacionales, no opten por sacri icar irreversiblemente la posibilidad de lograr un marco económico internacional estable.

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