Pólenes a la carta

Si cerca de usted hay una persona alérgica no intente conquistar su amistad proponiéndole que le acompañe este fin de semana a retozar por un prado salpicado de gramíneas y rojas amapolas que an e contrapunto a un ciclo azul; nítidarnente al trasluz, pueden verse nubes de pólenes. El campo en primavera está prohibida para todos aquellos que integran el grupo más significativo de alérgicos.Las características de la primavera de este año son especialmente benignas para ellos por los cambios tan bruscos de temperatura, según los especialistas. "Casi no ha habido pólenes hasta ahora, el año pasado, en cambio, hubo un veranillo loco en febrero y fue terrible. Pero este año las alergias vienen retrasadas. Hoy mismo, es un día frío", dice el doctor Subiza.

Muy pocos alérgicos -está dolencia es más frecuente en la ciudad que en los núcleos rurales- pensaron con sus primeros estornudos que para evitar la aparición de esos molestos síntomas tendrían que seguir el jemplo de los agricultores: mirar al cielo buscando señales de lluvía. Para los que no son diestros en esa tradición los medios de comunicación incluyen va habitualmenete, junto a la injformación meteorológica, los índices previstos en la concentración de pólenes.

Lluvía que limpia

"Este año ha llovido mucho pero mal, a destiempo; En noviembre, para la sementera, llovió poco. Después, si ha caído agua, pero con frío. Ahora estamos en la espigazón: el campo está verde, aún no ha florecido; vamos a ver si sigue así y no cambia. La lluvia es el mejor limpiador del polen", concluye Subiza.

Las gramíneas son, con mucho, las responsables de la mayoría de las rinitis y conjuntivitis características de los ataques alérgicos. Están presentes en todas la geografía de la península, pero su concentración varía según el clima propio de cada zona. En el norte, donde son frecuentes las lluvías, no suelen alcanzar niveles altos de concentración.

En la zona de las dos Castillas las gramíneas polinizan desde mediados de mayo hasta principios de junio. En esta zona puede encontrarse también polen de encina y olivos. Pero es en Andalucía donde esta última especie llega a alcanzar cotas de 8.000 granos de polen por metro cuadrado. En el polo opuesto, Canarias, es la zona de España con menos concentración de polen. En la costa mediterránea destacan las plantas de nombres sonoros como la artemisa y el