Retolaza ataca a Garaikoetxea tras su absolución y apela "al pueblo y a la causa"

Luis María Retolaza ha reaccionado con un duro ataque contra Carlos Garaikoetxea y con apelaciones "al pueblo y a la causa", tras conocer la sentencia que le absuelve de las escuchas telefónicas ilegales, aunque condena a tres funcionarios a las órdenes del ex consejero vasco de Interior. Tanto la acusación particular como los defensores de los condenados estudian la presentación de recursos. La presidencia del Gobierno vasco ha eludido pronunciarse sobre los hechos, registrados durante el primer mandato del lehendakari, José Antonio Ardanza.Retolaza arremetió contra Garaikoetxea, sin nombrarle, nada más conocer la sentencia y le acusó de "satisfacer su ego" sin reparar en "el daño que pueda producir sea a un pueblo, a una causa o a unas honorables y sencillas personas". El ex consejero de Interior aludió a "estos chicos" al referirse a sus tres subordinados condenados por la escucha ilegal.

Ni el partido presidido por Carlos Garaikoetxea, Eusko Alkartasuna (EA), ni Euskadiko Ezkerra (EE), partícipes en la coalición de gobierno en Vitoria, se han pronunciado oficialmente sobre la sentencia. Sí lo ha hecho la tercera fuerza coligada, el PNV. Su portavoz, Joseba Eguibar, declaró ayer que queda clara la existencia del pinchazo, aunque no desde dónde fue inducido porque el fallo "excluye responsabilidad de los directivos de Interior".

Tres de los cuatro abogados personados en la causa han manifestado su intención de recurrir. Según Javier Beramendi, de la acusación particular, existen suficientes pruebas para pedir al Tribunal Supremo la extensión de la condena a Retolaza y al ex miembro de ETA y empleado de la Consejería de Agricultura Javier Zumalde. "Espero instrucciones de mi representado Carlos Garaikoetxea", dijo el abogado.

El defensor de Joseba Goikoetxea y de Javier Aguirre, Gabriel Mariscal, ha anunciado también un recurso por falta de pruebas.

Enrique Villa, defensor del ertzaina Ramón Epalza, pedirá la atenuación de la pena porque su cliente frustró intencionadamente la consumación del delito.