Pesca e infracciones
El día 1 de abril empezó la temporada de pesca en la provincia de Guadalajara y decidimos, unos compañeros y yo, ir de pesca al río Tajuña, concretamente al término municipal de Valderrebollo, donde hay una piscifactoría llamada Las Vegas. Nos pusimos a pescar en el tramo posterior a la piscifactoría, y a media mañana vinieron tres funcionarios del Icona que nos solicitaron les enseñáramos las correspondientes licencias de pesca, comprobando que todo estaba en regla.Por un momento pensamos: ¿qué hubiese pasado si nuestra documentación no hubiese estado en regla? Está claro: nos hubiesen quitado las cañas por vía ejecutiva, más la multa o sanción según la ley que regula tal infracción. Es de destacar la rapidez con que se ejecuta la sanción para algunos y para otros no, dependiendo de quién sea el infractor.
Aprovechando la presencia de los guardas, y se entiende que están para vigilar y hacer cumplir la ley, según hicieron con nosotros, les hicimos una denuncia verbal, pudiendo comprobar el hecho denunciado en ese mismo momento y que a continuación describimos.
A la salida de la citada piscifactoría, siguiendo el cauce del río aguas abajo, hay una compuerta o rejilla, la cual se supone que tiene que estar bajada para que el sobrante de agua salga por arriba y la pesca del río, que es de aprovechamiento común bajo permisos reglamentarios previo pago de una cantidad, no se meta en la zona particular de la piscifactoría para aprovechamiento y disfrute particular.
El día 10 de abril volvimos al mismo sitio, y la corripuerta seguía, como en temporadas anteriores y al principio de ésta, igual. Es decir, arriba. Así encuentra justif icación la frase "según sea el infractor".
Aún más. Cuando el río decrece lo desvían en su totalidad al interior de la instalación, con lo que el cauce natural del río queda seco, con el consiguiente perjuicio ecológico. Así lo vienen haciendo, un año tras otro, sin que se tomen medidas al respecto.
Señores responsables del Icona, por favor, apliquen, en cuanto a rapidez, el mismo criterio sancionador que corrresponda para que al final de la temporada los pescadores no nos sintamos estafados.-
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