26 países buscarán en Madrid la protección total de la Antartída

Los 26 Estados miembros consultivos del Tratado Antártico, entre ellos España, discutirán la próxima semana en Madrid los medios para conseguir la protección de la Antártida. La postura de prohibir la explotación de los recursos minerales se está imponiendo y a ella ha anunciado su adhesión la Comunidad Europea, pero no se espera obtener una decisión definitiva antes de que los países miembros se vuelvan a reunir en octubre en Bonn.

Las posiciones enfrentadas sobre la conservación del continente blanco han llevado a los países signatarios de] Tratado Antártico a convocar una reunión extraordinaria sobre el medio ambiente, que tendrá lugar del 22 al 30 de abril en Madrid y sigue a la celebrada en Viña del Mar (Chile) en noviembre pasado. En este tratado no figura en ningún lugar la palabra medio ambiente, pero este aspecto es el que se ha revelado como el más conflictivo para el futuro de la Antártida. En sólo dos años se ha producido un movimiento tendente a declarar la Antártida como reserva natural mundial, encabezado por Australia, Nueva Zelanda y Francia al que se han opuesto otros países, entre ellos el Reino Unido.Sin embargo, este último cambió de actitud hace unas semanas y pasó a apoyar una moratoria sobre la explotación de los recursos minerales de la Antártida que se discutirá la próxima semana en Madrid. El Gobierno español, miembro de pleno derecho del Tratado desde 1988, se decantó el año pasado por la postura conservacionista.

Explotación minera.

El comisario europeo de Medio Ambiente, Carlo Ripa di Meana, aseguró el pasado martes que el conjunto de los países europeos defenderá en la reunión de Madrid una propuesta formal para que se prohiba la utilización minera, económica y comercial de la Antártida. Di Meana ha advertido que esta propuesta se hará conjuntamente, pese a que algunos países comunitarios están en contra de la misma.

Sobre esta base, un plan estratégico de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), una organización no gubernamental a la que pertenecen 13 de los 26 paísescon derecho a voto en el Tratado Antártico y un tercio de los restantes, propone la subordinación de las actividades en el continente blanco a sus efectos medioambientales. La regulación de la pesca del krill y la firma de un tratado internacional que excluya de forma permanente la explotación de recursos minerales son los dos aspectos más importantes.

"La humanidad no necesita los recursos antárticos", ha señalado el director general de la UICN, Martin Holdgate. "Tenemos que limitar el uso de combustibles fósiles para no perturbar la atmósfera y el clima. El coste de extracción de cualquier mineral en la Antártida es inmenso y los beneficios dudosos".

La proliferación de estaciones científicas es otro problema expuesto en el documento, que propone hacer un plan de investigación a largo plazo (30 años) para evitar la acumulación de estaciones en algunos lugares, mediante la cooperación y el intercambio de personal. El tratamiento de los residuos generados en estaciones y, barcos se cita igualmente en el estudio estratégico, que expone las ventajas y desventajas de la incineración.

Completar y perfeccionar la distribución de áreas protegidas y regular férreamente el turismo son otras propuestas del estudio, que pide igualmente la constitución de un secretariado permanente del Tratado Antártico, del que ahora carece. "Ya están visitando la Antártida cada año 5.000 turistas en cruceros especíales", señala Holdgz.te. El documento recuerda que la Antártida juega un papel principal en el mantenimiento del equilibrio climátíco mundial.