_
_
_
_

El 'Haven' se hunde en Genova con mas de 100.000 toneladas de petróleo en sus tanques

Juan Arias

El petrolero Haven, que transportaba 143.000 toneladas de combustible iraní, se hundió en la mañana de ayer en el mar de Liguria, cerca de Génova, tras una nueva explosión a bordo. Ahora todos los ojos están puestos con temblor en una telecámara sumergible que, a 70 metros bajo el mar, escruta la enorme panza de la ballena herida con más de 100.000 toneladas de petróleo aún dentro. El peligro es que, al posarse sobre el fondo del mar, el barco haya podido romperse y desparramar su tinta negra, lo que constituiría sin duda la mayor tragedia ecológica del Mediterráneo y quizá de todos los mares.

El Gobierno italiano ha decretado el estado de emergencia nacional, algo que no se había producido nunca con anterioridad, ante el peligro de que las más de 100.000 toneladas de petróleo del Haven se viertan al mar.En la tarde de ayer, los técnicos eran más bien optimistas sobre la posible rotura del casco, ya que no se había notado un aumento visible del petróleo sobre la superficie del mar, como habría acaecido si al monstruo embarazado, de 240 metros de largo, se le hubiesen roto las aguas. Si continúa aguantando será más fácil evitar la catástrofe, ya que el petróleo podría ser aspirado.

A pesar de todo, el daño ha sido ya enorme, aunque todavía no es posible medir la cantidad exacta de petróleo que el Haven -una nave construida en Cádiz, lo mismo que otras tres de la misma serie que también han tenido averías en 1978, 1981 y 1982ha vertido antes de hundirse, aunque se baraja la cifra de 35.000 toneladas. Los expertos de Greenpeace que han volado en helicóptero sobre el lugar donde ayer se hundió el Haven han afirmado que Ia gran mancha que ha quedado sobre el mar supone un gravísimo peligro ecológico" y que abarca no menos de 25 kilómetros cuadrados, aunque las autoridades portuarias de Génova rebajan la cifra a sólo 10 kilómetros.

Junto a la preocupación de que el petrolero pueda reventar en el fondo del mar, existe otra, la de la dirección de los vientos, ya que de ello y de las condiciones atmosféricas en general dependerá el que la marea negra se vaya mar adentro o bien se acerque a besar con sus sucias fauces las playas italianas o se desvíe hacia las francesas. Por eso los ministros franceses de Medio Ambiente y del Mar, respectivamente, llegaron ayer a Génova para analizar la situación, ya que si el viento soplara en dirección Este-Norte-Este, la marea negra iría a destrozar las playas de Cannes, Saint-Tropez y las islas de Provenza. Si soplase hacia el Norte le tocaría la maldición negra a las islas de Córcega, Capraia, Elba y Capo Corso.De momento, la mancha se dirigía ayer hacia las playas más famosas de la Riviera Ligur, como Camogli, Puertofino, Las Cinco Tierras, el golfo de la Spezia y las de la Versilia.

Enterrado en la arena

Sin embargo, el ministro francés del Mar, Jacques Mellick, y su colega Brice Lalonde, ministro de Medio Ambiente, quienes sobrevolaron ayer el lugar del desastre y tuvieron reuniones con sus compañeros italianos, afirmaron que no es preciso "dejarse arrastrar por el pánico". También señalaron que durante cinco días las condiciones atmosféricas " serán favorables". Lo que no entendieron los italianos es si se referían al hecho de que eran favorables "para las costas francesas o para todas".

Greenpeace ha criticado que el petróleo que se está recogiendo en el mar se esté enterrando en agujeros hechos en la arena de las playas, lo que, según la asociación ecologista, podría producir daños mayores. También ayer, el diario Il Corriere della Sera denunciaba que las autoridades italianas habían decidido "lo que no se va a hacer", como, por ejemplo, usar material bacteriológico o químico para eliminar el petróleo, pero aún no sabían 1o que iban a hacer concretamente". Quizá por ello han convocado a toda una serie de expertos británicos y norteamericanos para pedirles consejo.Quienes no están de acuerdo con "enfatizar" la gravedad de la emergencia ecológica son los responsables del turismo, que afirman que ya existen algunos países (se refieren, entre ellos, a España) que procuran siempre espantar a los turistas alemanes con los males italianos para atraérselos ellos.

[La Dirección General de la Marina Mercante española no ha adoptado aún ninguna medida ante la eventualidad de que el petróleo vertido por el Haven llegue a las costas españoles, informa la agencia Efe. Mientras, la Asociación Ecologista de Defensa de la Naturaleza (Aedenat) ha asegurado en. un comunicado que el "frágil equilibrio" ecológico del Mediterráneo puede verse "irreversiblemente afectado" si se vierte el crudo del petrolero].

La ausencia de la 'doble pared'

El desastre ecológico de Génova y Livorno ha puesto sobre el tapete el delicado problema de la seguridad en el Mediterráneo. Según datos del diario La Repubblica, en Italia el 60% del tráfico marítimo está formado por petróleo o productos similares. Y según Greenpeace, cada año 15.000 naves cisternas que transportan petróleo y sustancias peligrosas atracan en los puertos italianos. Si a ello se añaden los 38.000 trasbordadores, se llega a una cifra récord que explica el enorme número de accidentes: 120 al año, desde 1978 a 1982, en el Mediterráneo. Un número más alto que el de los mares del Norte, que cuentan con un tráfico aún más intenso.Los accidentes, según Greenpeace, son una mezcla de desatención y desprecio por las normas de navegación. Según la Polytecnic School of Navigation de Londres, el 75% de los accidentes en el mar se deben al factor humano. Pero según Greenpeace el 22% de las naves inspeccionadas en 1988 carecía de diversos elementos obligatorios, como mapas náuticos, dispositivos sonoros, instrumentos de salvamento o dispositivos antiincendio.

Los dos últimos accidentes de Livorno y Génova han replanteado el problema de los petroleros que carecen de doble pared, es decir, que están construidos con una cámara vacía de dos metros entre la primera y la segunda capa de acero del casco para que en caso de choque no sea tan fácil el vertido de petróleo.

De haber existido esta doble pared, las 141 personas halladas carbonizadas en el trasbordador de Livorno, que se incendió al chocar contra el petrolero Mobil Abruzzo, se hubiesen ahorrado la vida.

Y además sería más dificil que tras una colisión fuerte entre dos naves el petrolero pudiera perder su carga. De hecho, según una investigación norteamericana, hoy el 50% de las mareas negras están producidas por choques entre naves. En Italia, sólo la compañía Petrotarnk Italia tiene en construcción, y por primera vez, cuatro petroleros de doble caparazón.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_