Berlin: "Podría surgir un socialismo pluralista"
El profesor de origen letón reconoce su sorpresa ante los cambios en Europa
Conocido y seguido con atención por la corriente liberal del. pensamiento político contemporáneo, la obra de sir Isaiah Berlin (Riga, Letonia, 1909) ha alcanzado considerable renombre en los últimos tiempos, cuando por fin muchas más personas han podido empezar a contemplar la evolución política de los países del Este europeo con más ecuanimidad de la que solían. Para el prestigioso profesor y ensayista, sorprendido ante los cambios en la Europa Central y del Este, "lo que podría muy bien ser un socialismo pluralista y no simplemente un trasplante del capitalismo occidental.
Berlin acaba de publicar una importante colección de ensayos titulada El torcido fuste de la humanidad. Testigo, de niño, de las revoluciones socialdemócrata y bolchevique desde Petrogrado, donde vivía, se trasladó al Reino Unido en 1919. Toda su carrera académica ha discurrido por varios colegios de Oxford.Berlin es tal vez el último representante de un mundo que por un momento parecía perdido a causa de recientes barbaries: el de aquella cultura judía que en su apertura ilustrada al universo de los gentiles estaba destinada a realizar una enorme aportación filosófica, científica y artística. Conocedor profundo de la historia de las ideas políticas de los intelectuales radicales rusos, sobre todo las de Alexander Herzen, así como de Karl Marx, Berlin las ha situado en el lugar que les corresponde junto al pensamiento de otros pensadores occidentales. Habiendo traspasado ya los 80 años, sir Isaiah muestra una vivaz curiosidad por lo que está ocurriendo en nuestro continente y está literalmente contento de, según dice, "haberse equivocado" en su diagnóstico.
Impredecible
"La verdad es que nadie podía predecir lo que ha ocurrido en la Europa central y oriental en los tres últimos años. Mí posición sobre las posibilidades de transformación hacia el liberalismo en la URSS era de escepticismo extremo. A ello puede haber contribuido el hecho de haber sido atacado en la prensa y en la radio de aquel país así como en la comunista occidental tantas veces como 'liberal anticomunista', poco menos que miembro de una conspiración anticomunista. ¡Y ahora el embajador de la URSS, en mi 80º cumpleaños, me hace un regalo! ¡Toman notas cuando hablo de la poetisa Anna Ajmátova, que Stalin persiguió! No salgo de mi asombro"."Lo sorprendente es que la revolución bolchevique, y sobre todo el leninismo (que condujo inevitablemente al estalinismo), acabó con una importante sociedad civil. Y ésta, por lo general, no se recupera tan fácilmente. Tras Alejandro II, la sociedad civil rusa alcanzó un mayor grado de plenitud de lo que se cree, pero tuvo sólo un momento efimero de predominio ¡entre febrero y octubre de 1917! Pero desde 1880 abundaron en Rusia los liberales, como en tantos países, como el de usted mismo, en el que fueron diezmados o exiliados. Tengo los mejores recuerdos de mi colega. don Salvador de Madariaga, representante aquí en Oxford de una tradición y actitud similar a la mía, y de un estamento también semejante".
"Las experiencias de quienes se refugiaron de los totalitarismos fueron tan traumáticas que no podíamos esperar una recuperación fácil y una entrada de aquel mundo en el liberal democrático. No hace mucho, la señora Thatcher, en una cena, me preguntó cuándo se hundiría la Unión Soviética. Le respondí que con la policía secreta y el monopolio político de un solo partido no veía esa posibilidad en el horizonte. Vea usted si no estábamos equivocados".
Cerrar el abismo
"Lo que no sabemos es adónde va la evolución política de aquellos países orientales de nuestra Europa contemporánea. Conviene que los liberales de la escuela capitalista a ultranza no piensen que la Europa del Este va a caer un su campo. Podría surgir más adelante un socialismo del tipo socialdemócrata, con un Estado asistencial fuerte. Lo que no veo es un socialismo centralizado. Aparte de su ineficacia, se parecería demasiado a los, regímenes desaparecidos o en vías de desintegración". "El pluralismo es lo que viene, y es perfectamente Posible un pluralismo socialista, sobre todo si consígue cerrar el abismo entre ricos y pobres. Los liberales doctrinarios, como el profesor Hayek, que creen que el capitalismo y el liberalismo van inextricablemente unidos, están sencillamente equivocados". Y a este viejo y sabio profesor le solían llamar algunos reaccionario.
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