Eduardo Miura
En 1842, el sombrerero Juan Miura adquirió 220 vacas a un vecino del pueblo sevillano de La Rinconada, reses procedentes de Francisco Gallardo, que se sabe lidió ya a su nombre en Madrid, en 1801. Con aquella operación se inicia ya la historia de una divisa legendaria que ha dado muchos días de gloria pero también de sangre a la fiesta nacional.Muy longeva ha sido la familia Miura, pues solamente cinco titulares ha tenido en su. siglo y medio de existencia. A la. muerte de Juan Miura, en 1860,se anunciaron las corridas a nombre de su viuda, pasando de ésta a su hijo primogénito, Antonio. Cuando éste fallece en 1893, se hace cargo su hermano Eduardo, de estampa romántica, a la que no fueron ajenas sus famosas patillas. Fue él, realmente, el que imprimió realce y prestigio a la divisa. A esa fama también contribuyó la actuación de Perdigón, que dio muerte en la plaza de Madrid al valentísimo diestro Manuel García, El Espartero. No era, desde luego, la primera víctima mortal, pues ya Jocinero, de la misma vacada, se había ocupado de segar la vida del diestro cordobés José Rodríguez, Pepete, a quien caracterizara Alejandro Dumas en una de sus novelas como "el bandolero", y quien tres minutos antes de morir, mientras los facultativos le estaban explorando la tremenda herida en el pecho, les preguntó: "¿Es argo?".
Consolidación de la divisa
Todavía dirigida la ganadería por el romántico Eduardo, se producen tres hechos decisivos para la consolidación de la fama de la divisa: la cogida mortal de Domingo del Campo en Barcelona, en 1900; la de Faustin o Posada en Sanlúcar de Barrameda, en 1907, y sobre todo la irrupción del llamado pleito de los miuras, que apasionó a la España taurina de 1909. El pleito lo suscitó Ricardo Torres, Bombita, quien sostenía que los honorarios a percibir por los lidiadores por enfrentarse con la legendaria divisa debían ser superiores a los estipulados por lidiar otros hierros. El prestigio de la divisa llegó a tal punto que era la más solicitada por público y empresas. Se beneficiaban de esta situación las empresas y también subió la cotización de la ganadería, sin que los toreros sacaran ninguna ventaja. Perdió Bombita en el trance, por la solidaridad de los ganaderos con Miura, y aquél hubo de desistir del boicoteo.Desde 1917 hasta 1940, el hierro se lidia a nombre de Hijos de Eduardo Miura (Antonio y José), y es a finales de este último ano cuando se hace cargo su actual titular, Eduardo Miura Fernández. Desde la feria de abril de 1941 hasta la presente, Eduardo Miura viene lidiando en Sevilla, lo que motiva esta breve síntesis de la ganadería. No hay precedentes en la historia, y Sevilla se dispone a homenajear a Eduardo Miura, persona, por otra parte, que rehúye honores, alharacas, preeminencias y distinciones de cualquier tipo, por lo que el homenaje se hace más entrañable. La Real Maestranza va a colocar en la plaza de toros un azulejo que recuerde tan singular e insólito aniversario. ¡Enhorabuena!
Babelia
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