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Los sindicatos denuncian presiones el segundo día de paro en la construcción

Javier Casqueiro

La huelga de la construcción en Madrid completó ayer su segunda jornada, y los sindicatos convocantes, CC OO y UGT, remarcaron en su balance la consolidación de los paros totales en las obras de envergadura y el aumento, en general, de su seguimiento por los trabajadores, que sitúan en un 90%. Comisiones Obreras denunció presiones de los mandos intermedios de algunas constructoras y acusó a la patronal de radicalizar el conflicto. La Asociación de Empresarios de la Construcción (Aecon) situó en un 23% la incidencia de las movilizaciones.

El paro, que comenzó a las cero horas del pasado martes y que está convocado hasta el próximo día 25, entró ayer en una etapa más conflictiva que el primer día. La guerra de cifras continuó pero se agravó, según los sindicatos, con la aparición de algunos incidentes, aislados pero indicativos.Fernando Serrano, secretario regional de la construcción de CC OO, afirmó que se habían consolidado los paros totales del primer día en las obras singularus, excepto en un caso. En el túnel de Costa Rica, sobre las diez de la mañana, una veintena de trabajadores intentó, sin éxito, integrarse a sus puestos. CC OO ha denunciado que este hecho "se debe a presiones de los mandos intermedios de algunas constructoras, que aplicaron ayer mucha más presión que la del día anterior sobre aspectos salariales y pluses de carácter voluntario".

También en el resto de los proyectos emblemáticos, el seguimiento de la huelga alcanzó el 100% en zonas de Madrid como Canillejas, Vallecas, Pueblo de Vallecas, carretera de la Paya y Barrio del Pilar. Los sindicatos calcularon en un 90% la repercusión de los paros en las grandes obras, entre un 70% y 80% para las pequeñas y medianas y en casi el 100% para los pueblos de la periferia. Esta cifra se adelantó como anuncio de lo que pasará hoy en todas las obras.

El 23%, según la patronal

El vicepresidente de la patronal, Francisco Ruano, ofreció otra panorámica. Aecon, que aglutina a 1.000 empresas de la construcción que operan en la comunidad, situó el porcentaje de participación en la huelga en el 23%, tres puntos por encima que el día anterior. Ruano no pudo añadir ningún tipo de valoración económica sobre cómo está afectando este conflicto al sector, ni siquiera a las principales empresas.

Aunque el convenio fija el salarlo base en 3.591 pesetas diarias, la realidad lo sitúa entre las 5.000 y las 8.000 pesetas, según la cualificación. El número de trabajadores del sector llega a 150.000, lo que supone una media de 1.000 millones en jornales para el conjunto del sector.

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El celo de los vigilantes

J. C. Los piquetes informativos formados por los sindicatos convocantes se concentraron ayer, como cada día, sobre las 6.30, para paralizar la llegada de cerca de 20.000 obreros de las provincias limítrofes que a diario acuden a Madrid para cumplir sus jornadas de trabajo. Esta aportación, procedente de Toledo, Ciudad Real, Cuenca y Guadalajara, se consiguió reducir a sólo 7.000 personas.

Los delegados sindicales se encontraron además, en su recorrido por distintas obras, con otra tarea más desagradable: salvar el excesivo celo en sus funciones de no pocos vigilantes jurados que algunas constructoras colocaron en sus principales proyectos. " Empezamos a detectar, por nervios sino o pérdida de papeles, que algunos vigilantes jurados han provocado incidentes con varios piquetes", según expuso el portavoz de CC OO, que acusó a la patronal de radicalizar el conflicto. Entre los altercados más destacables se citó un caso en el canódromo con empleados de Construcciones Alcalá, y otro junto a la plaza Elíptica donde llegó a intervenir la policía.

Comisiones Obreras observó también cómo algunas constructoras (Laing, Fomento, Ferrovial y CMZV) colocaron avisos en sus obras destinados a los huelguistas. En los escritos se hacía referencia a la posible no renovación de contratos y a la supresión de determinados pluses.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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