Georgia se declara independiente de la URSS
El Parlamento de la república transcaucásica de Georgia declaró ayer su independencia de la URSS al aprobar por unanimidad el decreto que presentó el presidente, Zviad Gamsajurdia. La declaración es consecuencia del plebiscito del 31 de marzo, en el que el 90% del censo votó por restablecer la independencia de que gozó esta república entre 1918 y 1921. El camino a seguir (que incluye un referéndum especial) será largo y repleto de obstáculos, tanto por la oposición del poder central como por la existencia de graves problemas étnicos.
Inmediatamente después de anunciada la decisión del Parlamento georgiano, la gente salió a las calles de Tbilisi, la capital, para festejar este hecho, calificado de histórico por los diputados, y los automóviles saludaron con bocinazos el voto de los 227 parlamentarios.Sin embargo, el mismo Gamsajurdia explicó a los parlamentarlos que la medida "no significa la salida de facto de Georgia de la URSS".
Ya después de las elecciones de octubre de 1990, cuando los nacionalistas georgianos agrupados en torno al bloque Mesa Redonda-Georgia Libre obtuvieron la mayoría de los escaños del Parlamento, terminando así con los setenta años de poder comunista, esta república del Cáucaso tomó la vía elegida por las repúblicas del Báltico.
Garnsajurdia, un ex disidente encarcelado en los tiempos del inmovilismo, declaró al ser elegido presidente del Parlamento georgiano, en octubre de 1990, un periodo de transición a la independencia.
"El Sóviet Supremo de Georgia es un órgano de poder del periodo de transición, que tiene como objetivo restablecer la independencia estatal de Georgia, perdida como resultado de la agresión militar en febrero-marzo de 1921 " (fecha de la invasión del Ejército Rojo, que en 13 días consumó la absorción de Georgia al territorio de la URSS), se dice en el Llamamiento a los Pueblos del Mundo, aprobado el 14 de noviembre de dicho año, el primer día de labores del nuevo Parlamento.
El Acta de 1918
El Sóviet Supremo "decreta y declara al mundo entero la restauración de Estado independiente de Georgia, basándose en el Acta de Independencia del 26 de mayo de l9l8" (en aquel año, fueron los rivales de Lenin, los mencheviques, quienes declararon la independencia), dice el documento aprobado el martes, el día del segundo aniversario de los trágicos sucesos de Tbilisi.
El 9 de abril de 1989 perecieron 20 personas, entre las que había mujeres y niños, en una carga del Ejército contra la población indefensa congregada frente a la Casa de Gobierno.
Esta declaración de independencia seguramente no será reconocida por el Kremlin, pues el presidente soviético, Mijail Gorbachov, ha dicho en más de una ocasión que no permitirá que ninguna república evada el procedimiento contemplado en la ley de secesión.
Este procedimiento requiere la organización de un referéndum especial, que debe ser aprobado por los dos tercios de la población, y luego un complicado periodo de negociaciones de por lo menos cinco años.
El camino hacia la independencia real de Georgia se verá obstaculizado por problemas étnicos, semejantes a los que proliferan hoy en toda la URSS.
Las autoridades de Abjasia, república autónoma en territorio de Georgia, no comparten los planes independentistas de Gamsajurdia y desean permanecer en la URSS. Y Osetia del Sur, ex provincia autónoma, amenaza con convertirse en un Nagorno Karabaj georgiano.
Un programa doloroso
Desde fines del año pasado allí hay de hecho una guerra civil que ya ha costado la vida a medio centenar de personas, y los rusos presionan a Gorbachov para que declare el estado de sitio en esa zona y el gobierno directo desde Moscú.
La semana pasada comenzaron a entrar a Tsjinvali, capital de Osetia del Sur, tropas adicionales del Ministerio de Interior de la URSS, y Gamsajurdia ha amenazado con una huelga general si los efectivos soviéticos no son retirados.
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