Todo por un membrillo
Al argumento de El sol del membrillo parte de una idea aparentemente sencilla: un pintor (Antonio López) trata de pintar, durante la época de maduración de sus frutos, el membrillero que hace tiempo plantó en el jardín de su casa. El artista quiere atrapar en su pintura los rayos del sol y, además, llegan a verle otros amigos pintores. Su mujer, también pintora, le retrata a él y tres obreros polacos que están haciendo obras en la casa se muestran sorprendidos porque nunca han visto un membrillero...Éstas son algunas de las cosas que cuenta El sol del membrillo. Relata asimismo un sueño de adolescente de Antonio López, donde él mismo aparece en el pueblo donde nació, en Tomelloso, rodeado de membrillos, delante de la casa familiar, que se están pudriendo bajo una luz especial y él exclama: "Tendría que pintarla"... A cualquiera le tienen que entrar ganas de saber más sobre esta película.
Víctor Erice, sin renunciar a su hermetismo, ha dado el visto bueno a lo que se podría denominar una sinopsis de El sol del membrillo. Dice lo siguiente: "Es una película basada en un argumento original de Antonio López y Víctor Erice. El sol del membrillo parte de la captación de un argumento real: la pintura y el dibujo que un artista realiza de un membrillero que ha plantado en el jardín de una casa que le sirve de estudio. La acción transcurre a lo largo del otoño. Durante ese tiempo, la fruta del árbol madura y, finalmente, cae en tierra".
"Este proceso", continúa la sinopsis, "consecuencia de un determinado ciclo de la naturaleza, traza los límites del trabajo del pintor y también del cineasta. De ahí el carácter necesariamente abierto de la experiencia, que no podría, por tanto, disponer de un guión convencional previo. El sol del membrillo da cuenta de este proceso y, a la vez, de algunas cosas significativas que, al compás del paso de los días, suceden alrededor de un escenario único: la casa y el jardín".
