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Víctor Erice vuelve al cine dirigiendo en secreto una película sobre Antonio López

'El sol del membrillo' es un filme experimental de ficción sobre el combate por atrapar la luz

Víctor Erice ha vuelto al cine y, por increíble que parezca en una industria tan pequeña como la cinematografía española, lo ha hecho dirigiendo en secreto una película sobre y con el pintor Antonio López. Se llama El sol del membrillo y es un largometraje experimental de ficción sobre el combate de un artista por atrapar la luz. Un muro de silencio ha rodeado la gestación de¡ filme, que ahora comienza la fase del montaje. La iniciativa se produjo a instancias de Luis Eduardo Aute que quería producir una serie de documentales entre pintores y cineastas. Aunque Erice y López no vieron clara la serie decidieron hacer juntos una película, que, en principio debía ser producida por Aute, pero de la que, finalmente, se ha hecho cargo Angel Amigo.

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Todo por un membrillo

Cuando han pasado casi diez años desde que dirigiera su última película, El sur (1983), el director con menos producción -El espíritu de la colmena (1973) fue su primer filme- pero más premiado, original y callado del cine español, ha roto su silencio cinematográfico dirigiendo El sol del membrillo, una película de ficción aunque con personajes reales sobre el sueño de un pintor que intenta pintar un cuadro. E pintor es Antonio López.La noticia de que dos creado res de la talla de Víctor Erice y Antonio López se han unido para hacer una película sobre el proceso mismo de la creación en el arte ha provocado reacción a escala internacional: desde Japón a Nueva York han llamado distribuidores de cine y también directores de museos pidiendo este filme que, probablemente haga su presentación mundial en la próxima Mostra de Venecia.

Erice ha preferido mantener su hermetismo habitual -tiene por norma no hablar con los medios de comunicación, excepto en el momento mismo del estreno- El bloqueo informativo alcanza al pintor que, a pesar de manifesta su "apasionamiento" con el filme dice: "Si Víctor no quiere hablar todavía, yo tampoco puedo hacerlo por los dos".

El sol del membrillo tiene todas las trazas de ser la película más insólita del cine español y, a la vista de la sinopsis argumental -únicamente ocho folios-, probablemente una de las más bellas", según el director del Instituto del Cine, Enrique Balma seda que, la semana que viene, aprobará con el visto bueno de la Comisión de Valoración, subvencionar el filme.

La petición que hace El sol del membrillo es de 60 millones de pesetas, dentro de un presupuesto total de 140 millones. También ha dado rápidamente su apoyo a la película el Gobierno Vasco y TVE está estudiando los derechos de antena.

El sol del membrillo comenzó a rodarse el amanecer del sábado 29 de septiembre de 1990 en la casa de Antonio López en Madrid. Durante ocho semanas y, entre el jardín y la vivienda del pintor, se han filmado 30.000 metros de película con dos directores de fotografía, Javier Aguirresarobe y Ángel Luis Fernández.

La película comienza ahora su fase de montaje que, está previsto, dure 15 semanas. Ésta es la razón que alegan el cineasta y el pintor, a través del productor delegado, Ángel Amigo: "El filme se encuentra todavía en un proceso creativo, pues falta toda la fase del montaje, y tanto Víctor como Antonio prefieren esperar a que se acabe el trabajo".

Pero existe otra razón más pudorosa que ni cineasta ni pintor ni tampoco Aute quieren detallar: los problemas que hubo entre los dos primeros y la productora de Aute, La Mirada, en el nacimiento de la película.

Según ha podido conocer este periódico de fuentes cercanas a ambas partes, los hechos ocurrieron así: Aute quería producir una serie para televisión -proyecto congelado, de momento- que, con el título de Trece perros andaluces, uniera la pintura y el cine a través 13 documentales de media hora. Le propuso a Erice hacer uno sobre Antonio López, y el cineasta, que llevaba años obsesionado con el tema de la captura de la luz, decidió que era una buena ocasión para conocer al pintor.

Erice le dijo a Aute que no le interesaba hacer un documental pero, todo el verano, se dedicó a visitar al pintor y a grabarle en vídeo. Así, ambos fueron conociéndose y López contó al cineasta su obsesión: pintar cada año un membrillero, justo el día que comienza el veranillo de San Miguel. En ese momento, Erice decidió que tenían que hacer una película sobre ese proceso de creación. Cineasta y pintor le propusieron a Aute que la produjera y comenzó el rodaje.

"Esta indefinición de la película, que solamente estaba en la cabeza de Erice y de López, hizo que los primeros productores no se entendieran con ellos y surgieran problemas", explican fuentes cercanas a ambos. Se rodaron los primeros 6.000 metros y, tras la ruptura entre ambas partes, la propia esposa del pintor -que, finalmente, figura como coproductora de la película-, María Moreno, les ayudó a juntar dinero para seguir rodando.

Finalizado el rodaje, y tras un acuerdo económico con la productora de Aute, el productor vasco Ángel Amigo se hizo cargo desde el mes de enero de la película. Amigo dice: "No hay ningún problema con lo pasado. Ya está todo arreglado. Me llamaron para que me hiciera cargo de la producción y, según lo que he visto en proyección, estamos ante una de las películas más creativas y experimentales que jamás se hayan hecho. Irá a festivales, se estrenará en los cines y, seguro, se llevará todos los premios del mundo. Es irrepetible y un gran acontecimiento para el cine y la pintura que se hayan unido para hacer una película Erice y Antonio López".

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