Del maltrato a los exiliados

Con referencia a la carta de Rafael González Berdugo, aparecida en EL PAÍS el pasado 5 de marzo, deseo puntualizar lo siguiente. Primero, la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) no está financiada al 100% por el Instituto Nacional de Servicios Sociales (Inserso), sino que en su calidad de organización no gubernamental (ONG) realiza proyectos de diversa índole con recursos provenientes de distintas fuentes, tanto privadas como públicas.Segundo, el señor González aparenta sufrir amnesia, pues bien conoce él la correspondencia cruzada desde 1989 entre el Centro Salvador Allende de Madrid y el presidente del Gobierno español en la que el centro, institución mayoritariamente chilena y único interlocutor en asuntos de repatriación, proponía y solicitaba un programa de retorno similar al diseñado, dentro de las disponibilidades financieras, por la Comisión Española de Ayuda al Refugiado.

Tercero, el señor González se obstina en no darse cuenta de que estos fondos son dinero público, provenientes del bolsillo de los españoles, y que como tales requieren una rendición de cuentas del gasto efectuado en Chile que justifique el propósito de esta subvención al retorno, no a la satisfacción de otros expendios que nada tengan que ver con la reinserción de los beneficiarios en Chile.

Cuarto, el antecitado señor sabe que el programa ha sido planteado con la máxima flexibilidad posible para atender las circunstancias de cada persona, al tiempo que facilita y optimiza las subvenciones que el Estado chileno concede.

Por fin, lamento la unilateral percepción del señor González al comparar los papeles de la Embajada de España en Santiago con las legaciones de otros países en Chile. La sarta de imprecisiones alegada junto con lo de chulada inadmisible no merece más comentarios.- director de programas de cooperación de CEAR.