Estados Unidos e Israel coinciden en rechazar la creación de un Estado palestino independiente

Estados Unidos e Israel avanzaron ayer hacia una convergencia de sus puntos de vista sobre tres cuestiones clave del proceso de paz en Oriente Próximo, al término de la visita del secretario de Estado norteamericano, James Baker, al Estado hebreo. Esta convergencia se refiere al rechazo de una conferencia internacional, a la necesidad de que las negociaciones árabe-israelíes y palestino-israelíes progresen en paralelo y al rechazo de la creación de un Estado palestino. Baker se entrevistó con una delegación palestina, que expuso al secretario de Estado demandas irreconciliables con los tres puntos mencionados.

Los dirigentes israelíes han quedado más bien contentos de la visita del secretario de Estado norteamericano, la primera que James Baker ha realizado a Israel, y se puede entender por qué.Baker se contentó, sobre todo, con escuchar a sus interlocutores israelíes. No presentó ningún plan concreto. Mantuvo, en general, un lenguaje florido, trufado de citas bíblicas -ya que, como buen protestante, conoce su Biblia- y expresó en repetidas ocasiones su esperanza de que "todas las partes interesadas, Israel, los palestinos y los países árabes, aprovechen la actual oportunidad histórica para progresar hacia la paz y la reconciliación".

De sus entrevistas, y según se señala en Jerusalén, ha resultado una convergencia israelo-norteamericana sobre tres puntos importantes. Estados Unidos está ahora de acuerdo con el Gobierno de Isaac Shamir, a diferencia ,de lo que ocurría en el pasado, en que no es preciso privilegiar el problema palestino, sino que vale más avanzar sobre "dos vías paralelas": tratar de poner fin a la guerra entre los estados árabes e Israel y, simultáneamente, afrontar el problema palestino.

Negociaciones de paz

En segundo lugar, EE UU e Israel se oponen a la emergencia de un Estado palestino. Por último, EE UU e Israel no están interesados en una conferencia internacional para resolver el conflicto árabe-israelí, a la que el Gobierno hebreo se opone absolutamente. La Administración d George Bush se propone aplazar esta conferencia hasta una fase posterior, cuando se hayan logrado progresos en las negociaciones de paz.Tanto Bush como Baker hablan, pues, de una conferencia internacional "en el marco adecuado y para el momento oportuno". Hábil diplomático, Baker no evocó ante sus Interlocutores israelíes la fórmula "paz a cambio de territorios". [El presidente egipcio, Hosni Mubarak, que se entrevistó el domingo con Baker, dijo ayer que "éste no es el momento adecuado" para una conferencia internacional sobre Oriente Próximo, informa Reuter.]

Baker no reveló lo que pensaba y se mostró igualmente discreto en el transcurso de su entrevista con 10 dirigentes palestinos, celebrada en el consulado norteamericano de Jerusalén Este. [Esta delegación, presidida por Faisal al Huseini, presentó al secretario de Estado un plan de 11 puntos entre los que destaca el reconocimiento de la OLP por Israel como la representante exclusiva del pueblo palestino, la fundación de un Estado palestino independiente, el fin de la anexión israelí de Jerusalén Este y la disolución de las colonias judías en los territorios ocupados, informa Efe.] Un portavoz de la OLP en Túnez calificó de "muy positiva" la entrevista "ya que demuestra la unidad entre el pueblo palestino y sus líderes y reafirma el convencimiento en sus derechos nacionales".

Basam Abu Charif, consejero de Yasir Arafat, declaró que la OLP está dispuesta a iniciar "inmediatarnente" negociaciones con el Gobierno israelí para acabar con la ocupación y establecer la paz.