Máxima fidelidad a Washington
"La crisis del Golfo, a pesar de las muchas lecturas negativas que se han hecho, pone de manifiesto que desde hace más de veinte años los europeos jamás se habían comportado como aliados tan fieles de Estados Unidos", afirma un colaborador del presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors, y que es a la vez uno de los autores del proyecto de política exterior y de seguridad común elaborado por el órgano ejecutivo comunitario.Este borrador de lo que será la esencia de la unión política europea no es el único. Sobre la mesa está el proyecto franco-alernán, la propuesta británica y otras aportaciones parciales o completas.
Salvo el Reino Unido y Holanda, que defienden dejar las cosas como están y aumentar únicamente la cooperación política entre países, o la neutral Irlanda, el resto apoya una política de seguridad a construir paso a paso.
El modelo franco-alemán se basa en el reforzamiento y progresiva integración de la UEO en la CE. Sin poner en dud.a el respeto a los compromisos asumidos con la OTAN, la seguridad europea se construiría sobre el pacto de defensa mutua entre los miembros de la Comunidad, la cooperación tecnológica e industrial en materia militar, el control de las exportaciones de armas y la coordinación de las iniciativas militares.
Realismo
Más prudente aún es el enfoque que hace la Comisión Europea a la hora de penetrar en esta, zona no explorada para lograr que Europa hable con una sola voz. La seguridad es uno de los elementos esenciales de la futura política exterior común, pero el realismo le lleva a poner el listón sólo en integrar en el Tratado de la CE el artículo 5 del Tratado de la UEO, que garantiza la defensa mutua.La Comisión Europea, que no niega que seguridad y defensa estarán subordinadas a las decisiones de la Alianza Atlántica, plantea la posibilidad de que la CE cuente con estructuras políticas propias, entre ellas el Consejo de Ministros de Defensa de la Comunidad. Sin embargo, se contemplan excepciones a la posición común. La crisis del Golfo muestra cuán dispares son los intereses nacionales dentro de la CE. Para allanar obstáculos constitucionales o políticos internos, se habla ya de un grado diverso de participación. Algunos podrán participar con dinero.
La integración europea es un buen carburante para la política de seguridad, afirman los defensores de la vía progresiva. No ocultan que la ampliación de la CE será un problema añadido, no sólo porque será más dificil el consenso, sino porque candidatos como Austria y Suecia son neutrales.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.