Los toros flacos

"Tengo problemas con los toros.... están flacos...., las nevadas..., se lamentaba ayer mismo Luis Álvarez, empresario de la plaza de Valencia, organizador -por tanto- de la Feria de las Fallas, y apoderado de Morenito de Maracay, César Rincón y Enrique Ponce, lo cual también tiene su miga.Explicaba Álvarez que varios toros de la función de ayer habían sido rechazados en el reconocimiento veterinario, los de Lamamié de Clairac previstos para hoy también, y no porque las corridas hubieran sido mal escogidas en las respectivas ganaderías. "Al contrario", decía, "pues se trataba de unos verdaderos corridones, preciosos de tipo, con hechuras. Lo que pasa es que estos últimos fríos, estas nevadas tardías, les han afectado tremendamente a los toros, no podían comer, y al desembarcarlos en la plaza de Valencia, estaban flacos, no daban el peso reglamentario".

Problemas que se suman a la actividad gestora de Luis Álvarez, quien ya tuvo complicaciones para cerrar los carteles falleros y aún más cuando, cerrados, a muchos aficionados de la tierra no les parecieron bien. En primer lugar, porque faltaba El Soro, diestro emblemático en el concierto taurino de la región, y en segundo lugar porque -se llegó a decir- sobraban los toreros que apodera el propio Luis Álvarez, aunque esta última opinión -que denuncia trato de privilegio- ya es más discutible. Pues Morenito de Maracay ha triunfado varias veces en esta plaza; Enrique Ponce, uno de los espadas de mayor calidad que hay ahoraen Valencia, en la pasada feria de la Comunidad lidió seis toros, como unico espada, conenorme torería, y César Rincón es un diestro a la vez valiente v ortodoxo.

O sea que no es para tanto, aunque la feria tenga demasiados puntos controvertidos. Quizá uno de los peores de todos sea el excesivo número de festejos programados y esa moda de dar toros en sesiones de mañana y tarde (tres días falleros serán así), que acaba por cansar al más aficionado. De cualquier forma, la famosa Feria de Fallas no ha hecho más que empezar, hay expectación, y se confía en que al final podrán cantar sus aspectos positivos con tanta resonancia, por lo menos, como han tenido los negativos, toros flacos y toreros con trato de privilegio incluidos.