Jóvenes figuras de la ópera

La Asociación de Amigos de la ópera, con el patrocinio de Banesto, presentó el martes en el Auditorio cuatro nuevas figuras de la lírica, en un concierto operístico dirigido por Jorge Rubio, en el que colaboró la Sinfónica de Madrid y el Coro de la BAO. Son los nuevos nombres, ya galardonados y todos con brillantes comienzos de carrera, la soprano de Manacor Paula Roselló, la japonesa Keiko Yokoo, el tenor alicantino José Sempere y el barítono cántabro Manuel Lanza.El programa, como es lógico, se componía de arias, dúos, coros, obertura y escenas operísticas, y sirvió para mostrarnos los méritos de todos y cada uno de los jóvenes cantantes. Paula Roselló posee una voz si no muy grande sí muy bella y canta con refinada línea, tal y como se advirtió en las célebres arias de La Boheme y Fausto, dichas y sentidas con la mejor musicalidad. La otra soprano, Keiko Yokoo, está dotada de gran aliento, más que de cualidades perfeccionistas. Interpretó con incisiva expresividad Eco l'orrido campo, de Un ballo in máschera y la Plegaria de cavallería rusticana, asistida muy bien por el coro vizcaíno.

La voz de José Sempere resulta atractiva pues posee un color muy bello y gran mordiente. Si todavía los problemas de técnica no parecen enteramente solventados, sus versiones del Raconto de Boheme; de Nessum dorma, de Turandot; su dúo de Tosca con la Yokoo y, sobre todo, su A te o cara, de Puritanos, prometen al cantante un futuro de gran interés. En fin, Manuel Lanza, de medios amplios y bien coloreados, hizo mejor Don Pasquale que Del largo al factotum, de El barbero rossiniano. El Coro de la Asociación de Amigos de la Ópera de Bilbao se ganó justos aplausos en Nabbuco.