La vía asturiana a la modernidad
'Los Cuadernos del Norte' celebra sus 10 años de vida
Hace 10 años irrumpió en los quioscos españolles una revista excéntrica, llamada Los Cuadernos del Norte, que venía del Principado de Asturias y que en aquella época de auge de la movida posmoderna derramaba sobre el territorio español un recinto de reflexión acerca de lo que era la contemporaneidad. En su índice, que ahora se publica completo con motivo de este aniversario, fueron apareciendo diversos gurus del pensamiento actual, y poco a poco la revista consolidó su presencia en la cultura española como una especie de "vía asturiana a la modernidad".
La revista nació financiada por la Caja de Ahorros de Asturias, que es la entidad que la continúa manteniendo. Su director era, y lo sigue siendo, Juan Cueto, asturiano, profesor, comunicólogo, crítico de televisión y ahora director de Canal +. Esa adscripción oficial a la Caja de Ahorros de Asturias no obligó a Los Cuadernos del Norte a la larga lista de obligaciones que las entidades públicas o privadas imponen a las publicaciones que pagan. La revista ha mantenido siempre su rumbo como un lugar de encuentro de la creación y el pensamiento internacionales.El número del décimo aniversario -10 años de Cuadernos. 70 años de cultura. Ideas para salir del milenio- es un ejemplo de esa trayectoria y acaso un resumen de su índice general. Escriben Gianni Vattimo, Umberto Eco, Paul Virilio, Omar Calabrese, Jean Jacques Lebel (sobre Duchamp), el propio Juan Cueto, Alberto Cardín, Angel González, Lawrence Gowing (sobre Francis Bacon) y Antonio Colinas (sobre Pessoa). Otros temas que se incluyen en este último ofrecen mejor que cualquier palabra una definición de lo que el director de la revista ha llamado la mirada distraída" que Los Cuadernos del Norte ha querido lanzar sobre la cultura de esta década: hay una conversación con Borroughs, un breve informe sobre Cocteau, un análisis de la obra de Paul Auster y se llama la atención sobre los 25 años de la muerte de Eliot, el esqueleto de la poesía moderna. Otros homenajes -Orlando Pelayo, José Doval-, la etnografía, el cine y la literatura ilustran como temas ese concepto de "mirada distraída" que desde el principio obsesionó al impulsor de este producto periférico.
Los Cuadernos del Norte nació de un suplemento periódico llamado Revista de Asturias, que dirigía el propio Cueto. Él dice que siempre quiso hacer una revista periférica, dentro de la tradición de las culturas provincianas del Norte, una revista que estuviera muy atenta a las discusiones sobre lo más reciente y que mezclara lo universal y lo local, y que al tiempo fuera muy plural".
La participación pública de la Caja de Ahorros asturiana era tan proteica en composición que pudo pasar de todo. Pero hubo suerte: todos -UCD y PSOE- creyeron en el proyecto y se sintieron convencidos de que "lo más rentable", como dice Cueto, "es la buena imagen, y que la cultura, en ese sentido, si es una cultura universal, si tiene conexiones con todo lo que está ocurriendo en el mundo, al final es más rentable que la propaganda".
En cierto sentido, la revista se impuso pronto por su diseño. Fue buscado. La maqueta la diseñaron dos profesionales afincados en Asturias, Elías y Santamaría, y tenía como propósito que Los Cuadernos del Norte fuera "una publicación que no pasara de moda inmediatamente, y que tuviera al tiempo el aire de revista antigua". Por esa razón Los Cuadernos se presentó en ese papel grueso y aparantemente acartonado, marrón, que la ha hecho inmediatamente identificable en las estanterías de los quioscos.
Desde el principio, Los Cuadernos del Norte se planteó como una revista cultural, pero no exclusivamente literaria. La consecuencia del, propósito la define Cueto en dos palabras: "Pluralidad y complejidad. Hemos querido sembrar dudas, más que proclamar evidencias".
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