Major discute con Gorbachov la situación posbélica en el Golfo

La posición de Moscú en el conflicto del golfo Pérsico no ha afectado a las relaciones con Occidente, ya que la URSS ha apoyado las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU en relación a Irak, según manifestó ayer el primer ministro británico, John Major, al término de su primera visita oficial a la Unión Soviética. La búsqueda de una regulación posbélica para la zona de Oriente Próximo fue el tema principal de las conversaciones.Major continuó ayer la tradición de buenas relaciones personales con Mijaíl Gorbachov iniciada por Margaret Thatcher y se entrevistó durante cuatro horas en total, incluido el almuerzo, con el presidente de la URSS.

Ambos líderes dedicaron también una parte de la discusión a la situación en las repúblicas del Báltico y al estado de la economía soviética. Gorbachov reiteró su posición, según la cual las repúblicas soviéticas deben adoptar el proceso estipulado por la ley para iniciar un proceso de independencia.

Major, que discutió sobre economía con el primer ministro Valentin Pávlov, planteó al presidente soviético y al ministro de Defensa, Dimitri Yazov, los problemas surgidos en el tratado sobre desarme convencional. Gorbachov manifestó, según Major, que hay que buscar una solución para ellos.

Major desayunó con varios políticos de las repúblicas bálticas, se entrevistó también con un grupo cuidadosamente seleccionado de cuatro políticos liberales de oposición e iba a reunirse por la noche con el ex ministro de Exteriores de la URSS, Edvard Shevardnadze.

El experto en política exterior Alexéi Arbatov advirtió a Major que Occidente no debía permitir un eventual "chantaje" con el argumento de que mantener la unión entre las repúblicas que forman el Estado soviético es básico para garantizar la continuidad en política exterior.