Nacho Criado expone piezas de agua y cristal en el Retiro de Madrid

El artista Nacho Criado, de 47 años, vuelve hoy al Palacio de Cristal del Retiro de Madrid para presentar Piezas de agua y cristal, ocho composiciones artísticas que resumen una trayectoria iniciada en los años sesenta con obras de arte mínimal y povera. En 1977 quería negar la arquitectura del pabellón estufa para la exposición de Filipinas de 1887 con montones de hojas secas; ahora establece una relación simbólica a través del cristal.

Nacho Criado es uno de los pioneros de los "nuevos comportamientos artísticos" que se desarrollan tras el minimalismo, el body art, el land art y el arte procesual. El Grupo Zaj, Paz Muro, Francesc Abad, Alberto Corazón, Antoni Muntadas y Francesc Torres son otros nombres que realizaron sus proyectos, acciones e instalaciones en los años setenta, con especial recuerdo de los Encuentros de Pamplona (1972), el ciclo Nuevos comportamientos artísticos (1974), en Madrid, coordinados por Simón Marchán (comisario de esta exposición de Criado), y el pabellón español de la Bienal de Venecia de 1978.En la exposición que presenta hoy en el Palacio de Cristal del Retiro madrileño, Nacho Criado vuelve a encontrarse con algunos planteamientos anteriores, que ahora puede desarrollar en un ámbito singular. "El proyecto inicial era hacer una inversión de las cualidades del palacio: convertir la transparencia en opacidad, pintando la cúpula de negro, y cubrir el mármol con el suelo del Retiro, a base de hojas secas", declaró ayer el artista. El retraso de la muestra, que se iba a inaugurar en otoño, modificó el planteamiento para concretarse ahora en una propuesta sobre el cristal.

14.400 botellas

La primera instalación de la exposición es Ellos no pueden venir esta noche, en la que Nacho Criado convoca "a todas las personas y civilizaciones". Es una piscina con 28 cañas de pescar y estelas transparentes con las 28 letras del alfabeto. "Es como una agenda transparente del tiempo". En Trasvase, el artista utiliza 14.400 botellas vacías, negras y transparentes, sobre las que se sitúan dos monitores cuyas imágenes arrojan agua continuamente.¿Por qué no? Bésale el culo al mono es una de las obras con cuya idea el artista se detiene durante años. Su memoria contiene conversaciones con Juan Hidalgo, el brindis andaluz de besar la copa y la iconografía publicitaria. En esta ocasión realiza también un homenaje a Casas, Gris y Miró en cuadros con el motivo del Anís del Mono, junto a un ciprés de bienvenida. La Cúpula monogótica se monta con tablas en blanco y negro con imágenes de una gota.

En otras instalaciones, como Dos piezas de agua y cristal, Nacho Criado realiza "un campo de silencio y de meditación, una reflexión de tipo dual'", con dos platos de ducha, vasos y agua Sobre las parceles del Palacio de Cristal realiza La herida alpina en homenaje a Bruno Taut y al Grupo de Arquitectos Desconocidos; Imágenes húmedas, con imágenes con vapores de ácido sobre espejos y cristales, y Umbra cenobia, con 34 placas de cultivos de hongos.

"Me interesa realizar obras con un largo proceso de elaboración de ideas que a su vez permitan saltar a otras", dice Nacho Criado. "Atender la idea con una expresión mínima, con fórmulas muy reduccionistas y con materiales que tengan una lectura propia y densa, así como una estructura narrativa y formal muy condensada. Mis obras, cada vez más puntuales, también tienen una actitud irónica frente al arte, una ironía al estilo de Duchamp o de Perec".