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La estética después del cáncer

Tejidos y huesos del antebrazo, para reconstruir mandíbulas y el paladar de los enfermos

El hospital La Paz de Madrid dispone desde hace escasas fechas de la primera unidad de microcirugía maxilofacial creada en el territorio del Insalud. Se trata de una tecnica que avanza rápidamente y que permite reconstruir la mandíbula, el paladar o la boca, lesionadas por el cáncer o por un accidente, utilizando huesos y tejidos del propio paciente. Sus pioneros en España fueron los médicos del Servicio de Cirugía Plástica del hospital General Yagüe de Burgos, que llevan realizadas más de una treintena de operaciones con un 80% de éxitos.

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Los cirujanos hoy son capaces de reconstruir la mandíbula, el paladar y la lengua extirpados al enfermo por medio de autoinjertos, reduciendo con ello los riesgos de rechazo y complicaciones posoperatorias. Es verdad que la recuperación es lenta -entre ocho y diez meses-, pero a su término estas personas podrán volver a hablar y a masticar con normalidad.El Servicio de Cirugía Plástica del hospital General Yagüe de la Seguridad Social de Burgos es píonero en España en la aplicación de técnicas de microcirugía para la reconstrucción de mandíbulas, paladar y boca extirpadas a enfermos de cáncer. Los resultados obtenidos hasta ahora por el equipo que dirige el cirujano César Casado Pérez fueron ampliamente comentados en los últimos con gresos nacionales e internacionales de esta especialidad. En este caso utilizan tejidos musculares y óseos extraídos del antebrazo del propio paciente.

Durante la intervención quirúrgica, que dura unas 10 horas, dos equipos trabajan de forma simultánea. Uno procede a la extirpación del tumor. Simultáneamente, el otro extrae del antebrazo del paciente una porción de tejido blando sacado de la cara anterior y del borde radial del hueso. Esta porción extraída se denomina, "colgajo libre cutáneo" -ya descrita hace tiempo por los cirujanos chinos-, que en una tercera fase le es acoplado en la boca, en la lengua, en el suelo de boca o en la mandíbula.

Conexiones arteriales

La reconstrucción con técnicas microquirúrgicas puede afectar, además de a partes blandas, también al hueso del maxilar inferior o de la mandíbula que han sido extirpados al enfermo. Incluso se reconstruyen sus piezas dentarias. En este caso se realiza un autotrasplante del radio, que previamente ha sido extraído y moldeado, junto a tejidos blandos del antebrazo del afectado.Mediante técnicas de microcirugía se procede analizar -con hilos muy finos, material quirúrgico apropiado y rriedios de amplificación óptica- las microanastomosis (conexiones) arteriales. Así se une la arteria del radio a las arterias del cuello y las venas radiales de la cabeza a la yugular.

Pasados unos años de la intervención, el paciente al que le fue extirpado el maxilar inferior pasa al servicio de odontología, donde se estudia la posible colocación de implantes en la mandíbula reconstruida que permitan posteriormente, acoplar prótesis dentarias con las que el paciente pueda masticar y hablar casi con normalidad Este tipo de implantes, a base de titanio, se introducen, en el hueso, y debe transcurrir un periodo de dos a cinco meses antes de conectar la prótesis. El hueso del radio trasplantado se suple con injertos óseos de material sintético. La arteria radial se sustituye por una vena tomada del propio paciente, y las partes blandas se cubren con un autoinjerto cutáneo.

El jefe del Servicio de Cirugía Plástica insiste en que la terapéutica integral del cáncer oromandibular (cáncer de boca y mandíbula) es multidisciplinaria, dado que abarca un. tratamiento múltiple y a diversas especialidades: quimioterapia, cirugía y radioterapia.

Las ventajas de la aplicación de microcirugía en la reconstrucción debida a extirpaciones de tumores en boca son, entre otras, la posibilidad de hacer implantes, dotar al paciente de partes similares a las extirpadas, evitar graves deformidade anatómicas de la boca y del maxilar inferior reconstruyéndolas de forma inmediata y permitir hacer extirpaciones más radicales.

Los inconvenientes radican en la complejidad de la técnica empleada y en la excesiva duración de la intervención quirúrgica, junto a lo prolongado de posoperatorio. El paciente tarda unos ocho meses en volver a la vida normal. Además, si fracasan las mieroanastomosis arteriales o venosas se perderá la plástica reparadora empleada y deberá utilizarse un método de menor calidad. A pesar de ello el doctor Casado defiende claramente la aplicación de esta técnica por los brillantes resultados que se están obteniendo.

El Servicio de Cirugía Plástica del hospital General Yagüe ha realizado más de 30 operaciones de este tipo. En un 80%. de los casos con resultados positivos.

Cadera y peroné

El sistema descrito es similar al utilizado por el equipo médico del hospital La Paz de Madrid, que lleva más de un año trabajando en la microcirugía maxilofacial y cuenta desde hace pocas fechas con la primera unidad creada en esta especialidad dentro del Insalud.El autoinjerto, en este caso, se realiza a partir de huesos de la cadera o del peroné. También con sus propios vasos sanguíneos, recomponiendo lo que los médicos denomínan un "hueso vivo", para implantarlo posteriormente en la mandíbula afectada. Con éste autoinjerto se persigue, entre otros objetivos, reducir las posibilidades de rechazo o de infección posteriores al implante, así como mejorar los resultados de la operación.

La intervención es efectuada por un equipo iriterdisciplinar de siete u ocho personas, entre especialistas en maxilofacial y traumatología. Este grupo ha operado hasta el momento a una veintena de pacientes de edades comprendidas entre los 45 y los 65 años y procedentes de diversos puntos de España.

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