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El recorte de 0,3 puntos del interés de las letras del Tesoro provoca una caída similar en el interbancario

El Tesoro rebajó ayer en 0,3 puntos la rentabilidad de las letras del Tesoro y en medio punto la de los bonos del Estado. Este recorte fue el detonante para que el Banco Santander -promotor de las supercuentas- decidiera recortar en medio punto tanto el interés de sus supercuentas como el de los créditos hipotecarios. La supercuenta del Santander queda al 11,5%, y el interés de los créditos hipotecarios, al 15,25%. El Exterior, el Hispano y el BBV recortaron el interés de sus supercuentas hace 15 días, aprovechando la caída de 0,2 puntos de los tipos de intervención y de las letras. Sólo Banesto mantiene invariable el tipo de su supercuenta y no ha decidido modificarlo por el momento.

La anunciada rebaja de tipos de interés en España continuó ayer con el recorte (de 0,3 puntos) de la rentabilidad de las letras del Tesoro y de medio punto en los bonos del Estado a tres y cinco años. Con todo, la rebaja de la rentabilidad de los títulos públicos obedece también a la necesidad de abaratar la financiación del Estado, lo que es ahora fácil por la fuerte demanda de estos títulos que tiene el Tesoro, Y que procede principalmente de no residentes.La principal incógnita que se planteaban ayer tanto los bancos como los analistas del mercado monetario es la tendencia iniciada ayer será o no seguida por el Banco de España. El lunes es el inicio de la decena bancaria y ése será el momento en el que el banco emisor decidirá si sigue al Tesoro o espera a la publicación (el 14 de marzo) del dato de inflación de este mes antes de cambiar el grado de restricción de la política monetaria.

Los bancos consultados ayer coincidieron en señalar que la caída de tipos era previsible. Luis Ángel Lerena, director del servicio de estudios del Banco Bilbao Vizcaya, aseguró que desde hace semanas los bancos están tomando posiciones hacia un recorte de intereses que, finalmente, se traducirá tanto en una caída del precio de los créditos como en una rebaja de la rentabilidad de las supercuentas. En este sentido, fuentes cercanas al Hispano afirmaron que habían rebajado el interés de su supercuenta porque están convencidos de la tendencia bajista de los intereses.

El acuerdo no es total, sin embargo, sobre el momento más adecuado para bajar los tipos. Mientras fuentes cercanas al Exterior destacaron que la bajada de intereses es inevitable si el Gobierno quiere reactivar la economía, el secretario general técnico del Banco Popular, Manuel Martín, exprésó su preocupación ante la posibilidad de un cambio de rumbo en la política monetaria sin que haya cedido la inflación.

Este conflicto entre inflación y reactivación económica será decisivo en la decisión que adopte el lunes el Banco de España. El Tesoro, en su recorte de tipos ayer, tuvo en cuenta un factor adicional a la restricción de la política monetaria. Según fuentes cercanas a esa dirección general, el Tesoro se enfrenta en los últimos tiempos a una fortísima demanda de títulos públicos, sobre todo de extranjeros. Esta situación, aseguran las mismas fuentes, abre la posibilidad de cubrir las necesidades de financiación del Estado un coste un poco más bajo y, a la vez, trasladar la colocación de deuda pública del corto al largo plazo. Este último objetivo quedó ayer cubierto pues fue en las obligaciones donde más se acercaron oferta y demanda.

El tipo máximo al que el Tesoro adjudicó ayer letras fue del 13,99%, el mismo que los bonos del Estado a tres años. La rentabilidad máxima de los bonos a cinco años adjudicados ayer fue del 13,8%, mientras que las oblígaciones a 10 años alcanzaron una rentabilidad marginal del 13,48%.

Este recorte de tipos de interés superó en tal medida a las previsiones del mercado que el Tesoro sólo adjudicó el 19% de las peticiones de letras, el 16% de las solicitudes de bonos a tres anos y el 22% de bonos a cinco años, asegura José Luis Campos, de Iberdealer, para quien es muy preocupante que se cree un clima bajista sin que haya mejorado la inflación.

La fuerte demanda de títulos públicos que quedó ayer fuera de subasta provocó una caída de los tipos de interés a un año y seis meses en el mercado interbancario. Esa demanda insatisfecha provocó además fuertes tensiones en el mercado secundario de deuda pública pues los intermediarios que habían cerrado una operación de venta de deuda con sus clientes buscaban esos títulos a cualquier precio.

La escasez de papel llevó a una segunda vuelta propuesta por el Tesoro y coordinada desde el Banco de España. A la 1.30 de la tarde, el banco emisor ofreció letras y bonos a un tipo inferior al de la subasta y así colocó más de 300.000 millones de pesetas que habían quedado fuera.

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