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GUERRA EN ORIENTE PRÓXIMO

Los militares soviéticos reclaman más fondos ante el empuje bélico de EE UU

Pilar Bonet

La actuación bélica estadounidense en la guerra del golfo Pérsico viene como anillo al dedo a los militares soviéticos para pedir más presupuesto a la dirección de la Unión Soviética, pese a las dificultades económicas por las que está atravesando el país, la actitud negativa de la opinión pública y los recortes de efectivos y medios actualmente en marcha.

Esta es la impresión que se deduce de los comentarios realizados por altos mandos militares soviéticos, en vísperas de la liquidación del Pacto de Varsovia y cuando está en marcha la retirada de las tropas soviéticas de Europa del Este.El nivel de la técnica norteamericana empleada en la guerra del golfo Pérsico parece haber impresionado al estamento militar de la URSS, que reflexiona cada vez con más frecuencia en público sobre la necesidad de invertir en desarrollo tecnológico militar.

El ministro de Defensa de la URSS, Dimitri Yazov, afirmaba en una entrevista publicada en Pravda el sábado que lo que más le preocupa es "la reducción de la asignación para investigación y desarrollo". En esencia, Yazov venía a decir que en materia de ciencia e investigación militar no puede improvisarse de un día para otro y que es necesario tener proyectos estables a largo plazo.

Antes de la Segunda Guerra Mundial, señalaba el ministro, la URSS realizó el tanque T-34, pieza que fue orgullo de la URSS en aquella contienda. "¿Qué hubiera pasado si este tanque no hubiera sido diseñado y puesto a prueba? En la guerra hubiera sido más difícil hacerlo. Ahora la técnica es tan complicada que continuamente hay que realizar estudios profundizados, buscar nuevos materiales, elaborar tácticas paralelas de empleo y modos de utilización", señalaba Yazov.

La clase obrera

El ministro, que comparaba el potencial soviético y norteamericano en distintos campos y se quejaba de la superioridad numérica estadounidense, afirmaba que la asignación para investigación y desarrollo se había reducido en 2.000 millones de rublos. Yazov consideraba que algunos trabajos se pueden posponer, pero que no tenía ninguna base para afirmar que tal situación no se repetirá el año próximo. "Durante tres o cuatro años podemos pasar sin nuevos carros de combate, pero, ¿qué hacer con las fábricas? ¿Con la clase obrera? ¿Despedirlos?". El ministro afirmaba que los militares volverían al cabo de cinco años a dirigirse a los políticos para que les dieran más tanques, y en condiciones peores. Los gastos soviéticos de Defensa, afirmaba, son cinco veces inferiores a los norteamericanos.

El presupuesto de Defensa de la Unión Soviética para este ano es de 96.500 millones de rublos, lo que supune 2.000 millones menos de los que había pedido el Ministerio de Defensa y el lobby del complejo militar industrial al Parlamento soviético. La cifra asignada equivale a 61.000 millones de rublos en precios de 1990.

En diferentes foros, los representantes del Ministerio de Defensa han afirmado que la técnica soviética empleada por Irak es de buena calidad, aunque no puede combatir cuantitativamente con la desbordante ofensiva norteamericana. Las escuadrillas de Mig 29 que posee Irak no pueden enfrentarse a los miles de aviones ultramodernos de la coalición aliada, señalaba Yazov.

En la coalición antiiraquí, Siria tiene carros de combate T-62 de fabricación soviética, el ministro Yazov está orgulloso de que ni uno solo de estos carros se haya estropeado en el desierto; mientras a los carros de combate norteamericanos Abrams hay que limpiarles a menudo el filtro. "Así que no hay motivo para decir que el Abrams es bueno y el T-62 es malo", sentenciaba el ministro.

Los militares soviéticos han acogido con susceptibilidad los comentarios sobre la eventual superioridad de las armas norteamericanas frente a las soviéticas en la guerra del Golfo.

Elogios al armamento de la Unión Soviética pudieron leerse en el periódico Krasnaia Zvesda, en boca del ministro de Defensa de Siria, Mustafá Talas, quien durante un reciente viaje a Moscú comparaba la resistencia de los carros de combate soviéticos y norteamericanos a la arena del desierto. Los carros de combate norteamericanos, decía Mustafá Talas, se estropean cuando entra arena en el motor, y hay que cambiarles a nenudo los ventiladores.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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