Obra en la que tres actores se arriesgan

Obra de actores. Director y fotógrafo lo saben. Y los intérpretes, que son quienes mas arnesgan en este tipo de esfuerzos, también. Victoria Abril y Jorge Sanz estuvieron en Berlín para damos su idea de la conjunción que hay detrás de esta intensa y bella película española.Maribel Verdú no estuvo aquí personalmente, pero bastó la formidable elocuencia que proporciona a la pantalla para que también estuviera, bajo fórma de ausencia.

Victoria Abril se explicó, a su inimitable manera, con igual claridad: "Hay en la película dos caracteres maravillosos de mujer. Yo iba a hacer el que hace Maribel, pero la actriz que iba a hacer el que yo hago [Carmen Maura] falló y yo asumí su personaje. Me costó mucho tiempo hacerlo y creo que en realidad sigo siendo las dos mujeres al mismo tiempo, simultáneamente. Y esto tiene que ver con la película porque en ella cada mujer hace crecer a la otra, como si arnbas fueran las dos caras de una misma y única mujer. Al menos, así lo veo yo".

No es ella sola quien tia percibido esta compleja ambivalencia. Está en la pantalla debajo de las evidencias, porque estamos ante una obra que requiere ir siempre un poco más allá de lo que parece, sobrepasar, si quiere entenderse, las convenciones.

Dar la cara al amor

Y Vicente Aranda vuelve, a este respecto, a mostrar su poco común consciencia de las entretelas de su trabajo: "He querido hacer una historia de amor, sólo eso. Pero no me interesa lo que llaman amor en sentido convencional. El amor en sentido convencional es en realidad una huida del amor, y esta película quiere dar la cara del amor, no huir de él. El amor, o es pasión o no es nada".

Añadamos que una buena película es también una pasión, un impulso que llega a sus últimas consecuencias, o no es nada. Amantes llega a esas últimas consecuencias: es una pasión que narra otra pasión, por aquello de que el amor sólo con amor puede contarse.