Una paradoja de Pessoa
Proteico como era Fernando Pessoa, transmitía a veces a sus personajes esa condición, la del banquero anarquista, por ejemplo, en este cuento que ha convertido en teatro -versión, dramaturgia y dirección- Javier Macqua; en monólogo, breve pero denso, que dice el actor Abel Vitón de manera convincente, delante de un sencillo y bonito decorado hecho sobre un dibujo de Gerardo Vera.Convincente; como ha de ser para convencernos de las paradojas de este texto, llevado en este caso a la idea cómica de la disculpa del riquísimo para explicar que su riqueza es una forma de salvación anarquista: de la salvación de un individuo sólo, que es él mismo. Naturalmente, no es cosa de resumir así lo que dura casi una hora, y en el texto entero, con la nota de humor inglés que distinguió siempre la escritura de Pessoa, está su riqueza y bastantes más ideas que la de la simple excusa del rico. Muy bien recogidas esas ideas por el público que rebosaba la sala Galileo, que rió y aplaudió con entusiasmo al actor y al director.
El banquero anarquista
Fernando Pessoa. Versión, dramaturgia y dirección: Javier Macqua. Boceto de escenografía: Gerardo Vera. Interpretación: Abel Vitón. Sala Galileo. Madrid, 18 de febrero.