Del cálido abrazo a la frialdad

Su abrazo con Adolfo Suárez en los años de la transición política española marcó el punto de mejor entendimiento entre España y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) Los lazos se enfriaron después, con la apertura de relaciones diplomáticas por parte del Gobierno de Felipe González con el Estado de Israel pero nunca estuvieron peor que al anunciarse la participación española en la coalición antiiraquí.Yasir Arafat está preocupado por la influencia que pueda ejercer sobre el Gobierno del PSOE el Partido Laborista de Israel, al que los palestinos consideran "tan sionista corno el Likud", pero no pierde las esperanzas, como dice en esta entrevista, de que "los europeos comprendan que serán los más perjudicados por las consecuencias de esta guerra".

Cuando Arafat tiene que responder a la pregunta de si considera que el Gobierno español tiene todavía posibilidad de desarrollar un papel a favor de la paz, de participar en alguna fórmula de mediación o de gestiones de buenos oficios, responde lo siguiente: "No, tengo ninguna duda de que puede hacer ese papel, ahora y en el futuro. Pero antes tiene que comprender que no debe echar a perder todo lo que se había logrado en las relaciones entre España y los árabes, en las relaciones entre Europa y los árabes".