El Consejo del Golfo insiste en las condiciones de la ONU

Los países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) rechazaron anoche, en un comunicado conjunto, la propuesta iraquí de retirada condicional de Kuwalt, dado que "no es seria", e insistieron en que Irak cumpla las condiciones de la ONU. Los ocho ministros del CCG se encontraban reunidos en El Cairo cuando se conoció la iniciativa de Bagdad. Desde ese momento, abandonaron sus debates sobre el futuro sistema de seguridad para la región y encomendaron a sus colaboradores el análisis del cambio de postura iraquí.Aunque los técnicos pasaron toda la tarde encerrados en el salón Babilonia del hotel Semíramis, se descarta que se produjeran grandes disensiones, ya que desde el primer momento se intuía la respuesta. El texto elaborado por estos analistas recibió la aprobación de la conferencia, y el anfitrión, Esmat Abdelmeguid, lo leyó a la prensa.

"Rechazarnos totalmente la retirada condicional propuesta por Irak porque no es seria", asegura el texto que respaldan los Gobiernos de Arabla Saudí, Kuwait, Bahrein, Qatar, Emiratos Árabes Unidos y Omán, además de Egipto y Siria. Para estos países, que forman el frente árabe de oposición a Irak, la propuesta "presenta condiciones inadmisibles, que contradicen las resoluciones del Consejo de Seguridad". Los firmantes concluyen con un llamamiento a Sadam Husein para que cumpla los requerimientos de la ONU y se retire de Kuwalt sin condiciones.

Aplauso de Gaddafi

"Esto no es compatible con las resoluciones del Consejo de Seguridad", había avanzado horas antes Abdalá Bichara, secretario general del CCG. Bichara, que asiste a la reunión ministerial de El Calro, in sistió, al igual que el primer ministro del emirato, en que "Irak tiene que retirarse de Kuwait de forma incondicional e inmediata, sin regatear". El líder libio, Muamar el Gadafi, que se encuentra de visita oficial en Egipto, aplaudió sin embargo el paso dado por Irak y dijo que ya no había razón para proseguir la guerra.

Para Israel, la oferta iraquí constituye el primer signo de debilidad de Bagdad desde el inicio de las hostilidades. "Ha comenzado la última fase de la guerra", declaró el primer ministro Isaac: Shamir.

Sólo en Jordama, en Yemen y en las oficinas centrales de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) en Túnez, se recibió con alborozo y sin recelo la noticia. La OLP "apoya" la postura de Irak y considera que confirma "su disposición favorable a una solución j usta y equilibrada" de la crisis del Golfo, declaró el jefe de Información, Abed Rabo.

En Yemen, el Consejo de la Presidencia se felicitó de la decisión de Irak, a la que se refirió como "histórica", y lanzó un llamamíento a la ONU para que decrete un alto el fuego "inmediatol, en el conflicto.