Salman Rushdie cumple dos años en la clandestinidad
Salman Rushdie cumple hoy dos años de exilio interior a la espera de una reacción favorable de Teherán a su reciente conversión al islamismo. Kalim Siddiqui, uno de los líderes religiosos británicos proiraníes que encabezaron la campaña contra el escritor, ha indicado que Rushdíe sólo tiene que retirar Versículos satánicos para recuperar la libertad, renuncia a la que hasta ahora se ha negado el novelista.La guerra del Golfo ha complicado aún más la delicada situación en que vive Rushdíe, cuya inesperada conversión a la fe islámica le ha alejado de sus antiguos defensores, quienes le reprochan el haber cedido al terrorismo religioso de los más fanáticos entre los musulmanes. Su conversión y repudio parcial de Versículos satánicos no han servido, por el momento, para que los líderes iraníes levanten la condena a muerte por blasfemo que le impusiera hace dos años el ayatolá Jomeini.
Siddiqui -director del radical Instituto Musulmán de Londres- condenó furiosamente el libro, que veía como el fruto natural de una conspiración internacional contra el islam, y no dio valor a la conversión de Rushdie, anunciada el día de Navidad, pero ahora ha ablandado su tono. "Por lo que se refiere al Reino Unido, el asunto de Rushdie ya se ha acabado", dice. "Sólo le resta retirar su libro para recuperar la libertad".
Este líder musulmán no cree que Teherán vaya a hacer nada especial hoy con motivo del aniversario, y Rushdle guarda desde primeros de enero un silencio -fuera de alguna crítica literaria publicada en The Independent- que sus allegados no esperaban ayer que fuera a romper estos días.
El escritor dijo en diciembre -además de asegurar que no había querido ofender la sensibilidad religiosa musulmana- que no quería que se publicara la edición en rústica de su novela y que renunciaba a nuevas traducciones, pero que mantenía la edición de tapas duras. La medida fue aceptada por dirigentes religlosos moderados, pero no por radicales como Siddiqui, quienes vieron en esa insistencia en mantener el libro una prueba de la superficialidad de la conversión de Rushdie.
Babelia
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