Arco 91 ,crisis a medias

Pese a las previsiones catastrofistas, la Feria Internacional de Arte Contemporáneo, Arco, que se celebra estos días en Madrid, mantiene una alta afluencia de público, y numerosas galerías han tenido buenas ventas durante los dos primeros días de feria, aunque se ha perdido la euforia de las dos últimas ediciones. También se echa en falta la visita de coleccionistas estadounidenses. Pero el pequeño coleccionista, aun que con bastante menos alegría, no se ha desanimado.

"Estamos muy satisfechos", explica Rosina Gómez Baeza, directora de la feria. "Antes de empezar estábamos muy preocupados, pero, por ahora, tanto en ventas como en público se mantiene en unos niveles parecidos al año pasado. Puede decirse que es una feria consoladora"."Yo no he notado diferencia", explica el galerista Luis Adelantado, de Valencia. Otros, como Helena Tatai, de la galería Joan Prats, se muestran más quejosos: "No hay desánimo, pero las ventas han descendido en relación al año pasado". En cambio, George Benero, de la Gallerie de France, de París, asegura que, aunque el público ha descendido, "las ventas han funcionado muy bien". Elvira González, de la galería Theo de Madrid, está "moderadamente satisfecha". En su opinión, hay menos público, "pero más interesado".

Quienes no están tan contentos con el público son los participantes en la sección expositiva del Foro Madrid, dedicado a las industrias culturales, que se celebra de forma paralela a Arco. Una representación de estos expositores se reunió ayer con la dirección de la feria para reclamar, además de mejoras en la infraestructura del pabellón en el que están ubicados, alguna solución para atraer a un mayor número de los visitantes que acuden a la feria. "Es imposible incluirlos en el mismo pabellón de Arco porque no caben y ellos se sienten un poco aislados", explica Rosina Gómez Baeza. Ante las quejas, la dirección realizará una encuesta entre los expositores en la que podrán opinar sobre la continuidad o no del Foro en próximas ediciones.El primer día de feria, la Fundación Arco, con el asesoramiento de Edy de Wilde, ex director del Museo Stedelijk, adquirió obras por valor de 22 millones de pesetas. La pieza más cara de las seleccionadas es la instalación Reliqui, realizada en 1989 por Christian Boltanski, que ha sido adquirida a la Lisson Gallery, de Londres, por 9.200.000 pesetas.Otras obras seleccionadas

son: Celui qui Hispanisse (1990), de Jean-Michel Alberola -adquirido por 3.913.000 pesetas a la galería Daniel Templon de París-; 5 panels, plastic surogate, realizada entre 1982 y 1991 por MacCollum -adquirida a la galería Yvon Lambert, de París, por 1.160.250 pesetas-; Noche y día (1990), óleo de Lucebert -comprado en la galería Espace, de Arristerdarri, por 1.615.000 pesetas-; Untifled (1990), de Dan Flavin -galería Annemarie Verna, de Zúrich, por 3.655.000 pesetas-, y The XX y The XXIV, ambas de Ron¡ Hom, adquiridas también a esta última galería por 1.206.000 pesetas.

La colección consta de 30 creaciones de 24 artistas (Clemente, Kouriellis, Polke, Solano, Buren, Long, Serra, Merz, Forris Bada, Kapoor y Sol Lewitt, entre ellos), con una inversión en los últimos cuatro años de 63 millones de pesetas. El conjunto se expondrá en marzo, en el Centro Atlántico de Arte Moderno, de Las Palmas, y han sido solicitadas por el IVAM de Valencia.