La Guardia Civil protege una fábrica que hace máscaras antigás

Agentes especiales de los Grupos Antiterroristas Rurales (GAR) de la Guardia Civil protegen desde que se inició la guerra en el Golfo, hace ya tres semanas, la empresa Vispro, de Sant Feliu de Codines (Barcelona), que fabrica máscaras antigás destinadas a los países de Oriente Próximo enfrentados a Irak.Cinco miembros de los GAR enviados por la Dirección General de la Guardia Civil llegaron a esta población de menos de 4.000 habitantes a mediados de enero para colaborar en las tareas de vigilancia con la dotación del puesto puesto local de la Guardia Civil. La vigilancia responde al temor de que la empresa pueda ser un objetivo terrorista. Vispro, al igual que Llorca Protección Laboral, pertenece a Jerónimo Llorca y a su esposa, Isabel Llinares.

La demanda de máscaras antigás ha desbordado totalmente las previsiones de la industria. Según el alcalde de la población, el socialista Antoni Verdaguer, "tal y como están las cosas, los propietarios de la industria han decidido comenzar a construir nuevas naves industriales en el polígono de esta localidad".

Según el alcalde, en los dos últimos meses la plantilla de la empresa se ha duplicado para poder atender la demanda y ahora se ha situado en 40 trabajadores, la mayoría de ellos de la población. Se cree que la facturación ha pasado de unos 200 millones en 1989 a más de 600 en el ejercicio pasado, que serán más si la guerra continúa. En agosto, al empezar a llegar los pedidos masivos, los propietarios y sus trabajadores hubieron de suspender sus vacaciones y ampliaron los turnos de trabajo.