La CE plantea un aumento de la cooperación económica para asegurar la paz en la posguerra
La Comunidad Europea "debe jugar un papel precursor y actuar en ciertos campos sin esperar los frutos de una discusión multilateral (conferencia internacional u otro mecanismo) necesariamente compleja", según el proyecto de solución de paz para la posguerra que debatirán los Doce el día 19. El aumento de la cooperación económica con Oriente Próximo y la región mediterránea es el eje para el establecimiento de fronteras seguras, el desarme y la estabilidad de la región. "La cuestión palestina", según el borrador de la Comisión Europea, "condiciona la paz entre Israel y sus vecinos".
El plan de la CE es una solución para la posguerra, lo cual da a entender una renuncia a cualquier iniciativa explícita de los Doce para la interrupción del conflicto. La Comunidad y los Estados miembros, afirma el texto, "tienen el deber político" de tomar una iniciativa de envergadura para el día siguiente y la necesidad de desmarcarse de la identificación que la opinión pública árabe hace de su posición con la de Estados Unidos. La CE sufre a la vez la incomprensión del mundo musulmán y de Israel. Este punto polarizará las diferencias entre los Gobiernos comunitarios, dada la fijación del Reino Unido y Holanda con el liderazgo norteamericano.Una posición común
Los ministros de Exteriores de la CE aceptaron el borrador presentado el lunes por el comisario Abel Matutes como base del proyecto a asumir por los Doce en la reunión que mantendrán para este fin el próximo día 19 en Luxemburgo. Los directores políticos de los Doce debatirán hoy y mañana el texto con objeto de incluir las precisiones de cada país. La intención, según Jacques Poos, ministro de Exteriores de Luxemburgo y presidente de turno de la CE, es asumir "una posición común defendida por todos" Se trata de superar la profunda división de los Doce y el desencanto por el papel poco airoso jugado por la Comunidad, equivalente, en palabras del ministro Fernández Ordóñez, "a una nota a pie de página".
El objetivo es un plan de paz que cubra no sólo Oriente Próximo (12 países árabes e Israel) sino también los cinco del Magreb (Marruecos, Argelia, Túnez, Mauritanla y LIbia) y otros como Turquía, Irán y el país periférico Pakistán".
La Comisión Europea pide a los Doce un mandato para negociar "la extensión de la red de relaciones de la CE con Irán". La participación de este país es considerada básica para la estabilidad futura de la región. También deben contemplarse el papel de Libla y la cooperación con Irak "cuando se den las condiciones políticas necesarias". Sin embargo, el acento de la ayuda económica está puesto en los países del Magreb, "los más fragilizados por esta crisis tanto en el plano político como en el económico". La CE prevé invertir sólo en estos países 575.000 millones de pesetas en los próximos cinco años.
Seguridad y estabilidad
El enfoque de la CE es un "esquema de seguridad y estabilidad" para el cual puede ser muy útil la Conferencia sobre Cooperación y Seguridad en el Mediterráneo, propuesta por España e Italia. El arreglo del problema palestino y el reconocimiento del Estado de Israel dentro de fronteras seguras son las condiciones básicas, junto a las garantías futuras para las relaciones Kuwait-Irak y los problemas de Chipre y Líbano.
La Comunidad plantea reforzar su cooperación económica, pero, dadas las dificultades presupuestarias, reserva el protagonismo financiero a los países de la zona productores de petróleo. Europa puede además prestar asistencia técnica y trasladar la experiencia de la Operación Faro de ayuda al Este. La propuesta es ofrecer a la propia CE como modelo, "puesto que nació de la voluntad política de sinerar conflictos devastadores y eligió la cooperación económica como instrumento de diálogo en la posguerra".
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