La jubilación anticipada de los maestros se incentiva con un mínimo de 250.000 pesetas

El Gobierno incentiva con un máximo de 1.250.000 pesetas y un mínimo de 250.000 la jubilación anticipada y voluntaria de los docentes no universitarios con 28 años de servicio. El Consejo de Ministros reguló el pasado mes de diciembre esta medida, que representa el primer desarrollo de la Ley de Ordenación General del Sistema Educativo (LOGSE).

Un total de 35.000 maestros -con más de 60 años y 28 años de servicio como mínimo- podrán beneficiarse de la jubilación anticipada entre este año y 1996, según los cálculos realizados por CC 00. El coste de esta operación está evaluado en 110.000 millones de pesetas.Esta medida -que, por tener carácter excepcional, satisface parcialmente una de las reivindicaciones históricas del profesorado- pretende facilitar la salida del sistema educativo de aquellos docentes que han consagrado su vida al ejercicio de la profesión y que afrontan con escaso entusiasmo la reforma de las enseñanzas no universitarias.

Juan Carlos Jiménez, representante de CC 00 en la mesa sectorial de Enseñanza, indica que la jubilación anticipada y voluntaria compensa otra reivindicación no satisfecha y mantenida en los últimos años por los representantes sindicales de los docentes: la reducción de la jornada lectiva -25 horas semanales en EGB, y entre 18 y 21 en secundaria- para el profesorado mayor de 55 años.

La regulación aprobada finalmente por el Gobierno aumenta considerablemente la gratificación contemplada en un primer momento para los docentes que deseen acogerse a la jubilación voluntaria anticipada. Inicialmente estaba previsto conceder 27.000 pesetas a aquellos funcionarios pertenecientes al cuerpo de maestros con 28 años de servicio y 64 de edad.

Esta cifra ha sido incrementada hasta las 250.000 pesetas, cantidad que compensa la pérdida de las dos pagas que, por una sola vez, reciben los maestros con la jubilación forzosa al cumplir la edad reglamentaria.

La gratificación máxima prevista en la nueva medida corresponde a los catedráticos de secundarla con 60 años de edad y 35 como mínimo de servicio. En este caso, los docentes que opten por la jubilación recibirían una incentivación de 1.250.000 pesetas.

Poder adquisitivo

Los docentes que se acojan a esta medida sufrirán una pérdida relativa de su poder adquisitivo, porque aunque sus ingresos experimenten un descenso con respecto a sus retribuciones de seguir en activo del 24% como máximo, el maestro ahorrará los gastos derivados de su jornada laboral, como desplazamientos, comidas, etcétera.El Gobierno prima asimismo la jubilación voluntaria a los 60 años, y no a los 64, y siempre con un mínimo de antigüedad en la función pública de 28 años. Así, por ejemplo, e incluyendo la gratificación, un maestro de taller de FP con 64 años de edad y 29 de servicio que opte por la jubilación voluntaria percibirá, hasta llegar a la edad de jubilación obligatoria, el 76% de los ingresos que tendría de seguir en activo. Aquel que, con los mismos años de servicio, decida acogerse a esta medida a los 60 años, percibirá, sin embargo, el 89%. Un estudio realizado por el sindicato CC 00 indica que de los 35.000 docentes que pueden acogerse a esta medida, un 83% (29.000) ejercen en educación general básica (EGB).

Durante los meses de enero y febrero de este año podrán jubilarse voluntariamente casi 14.000 profesores, de los que unos 10.000 (un 70%) tienen más de 28 años de servicio.