Serra cree improbable que Turquía entre en la guerra

M. G. / I. CLos ministros de Asuntos Exteriores y Defensa Francisco Fernández Ordóñez y Narcís Serra respectivamente, se esforzaron ayer en el Congreso de los Diputados por transmitir un mensaje apaciguador a la opinión pública, aunque el jefe de la diplomacia española hizo una descripción pesimista de la evolución de un Magreb en el que el integrismo islámico está en auge y, a medida que se prolonga la guerra del Golfo, crece la exasperación. El titular de Defensa consideró improbable que el Gobierno de Ankara acabe entrando en guerra para responder a una posible agresión iraquí, aunque resaltó: "Tenemos [en el Gobierno] la absoluta decisión de demostrar nuestra solidaridad con Turquía".

Ambos ministros comparecieron ayer por la tarde, a petición propia, ante la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso. La decísión de Serra de acudir junto con su colega de Exteriores irritó al Grupo Popular y al de Izquierda Unida, porque ambos le habían formulado numerosas preguntas a las que esperaban que contestase en el marco de la Comisión de Defensa.Nada más llegar el miércoles de una rápida visita a Rabat y Argel, el director general de África y Oriente Próximo, Jorge Dezcallar, remitió a Fernández Ordóñez un informe de 14 puntos, del que el ministro dio puntualmente cuenta a la comisión. Tras recalcar que la guerra del Golfo se vive en el Magreb con gran intensidad, Dezcallar, según su ministro, advierte que la prolongación de la guerra aumentará la exasperación y, en consecuencia, el integrismo islámico crecerá, sustentado por un trasfondo socieconómico en pleno deterioro.

El fenómeno no debe incitar a España a mermar su cooperación, sino todo lo contrario, porque, a diferencia de Francia, laparticipación española en la coalición de fuerzas antiiraquíes con tres buques es comprendida por los magrebíes. Todos los contactos mantenidos por el alto funcionarlo, incluidos aquellos celebrados con responsables islámicos, hacen pensar que la colonia española, evaluada en unas 8.000 personas, no corre peligro alguno.

Gran parte de la intervención del ministro Fernández Ordóñez estuvo dedicada también a intentar demostrar que la diplomacia española no había permanecido inactiva desde la ruptura de hostilidades, el 17 de enero. Más que trabajar para detener un conflicto del que, según Serra, "sólo Sadam Husein tiene la llave de la paz" abriendo la puerta a su retirada de Kuwait, Fernández Ordóñez resaltó que la labor española se sitúa en la perspectiva de los arreglos que se puedan alcanzar cuando callen las armas.

El titular de Asuntos Exteriores expuso el proyecto hispanoitaliano, ahora respaldado por Francia y Portugal, de Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en el Mediterráneo (CSCM), que en una primera etapa comprometería al conjunto de los países ribereños y a aquellos del Golfo a respetar mutuamente su integridad territorial, la inviolabilidad de las fronteras y a no usar la fuerza para resolver conflictos.

Fernández Ordóñez dijo, por otra parte, que España cumple "estrictamente" con sus cuotas de responsabilidad ante la comunidad internacional con una ayuda humanitaria y financiera que cifró en 8.600 millones de pesetas. Esta cantidad corresponde a la cuota comunitaria destinada a asistir a los países más directamente afectados por el conflicto, principalmente Egipto, Jordania y Turquía.

Directiva de la UEO

Como en su anterior intervención, el pasado lunes en TVE, Serra también quiso tranquilizar. Cada día que pasa, recalcó, "decrece" el peligro de guerra en la frontera entre Turquía e Irak. "El único error que Sadam Husein no va a cometer, después de haber cometido tantos, es atacar a Turquía", añadió Fernández Ordóñez. En el caso remoto deque así fuese, el titular de Defensa quiso dejar claro que "tenemos [en el Gobierno] la absoluta decisión de demostrar solidaridad con Turquía", pero no especificó cómo.

Reconoció también Serra que la directiva suscrita por España el 8 de enero en el marco de la Unión Europea Occidental (UEO), el único foro exclusivamente europeo competente en materia de defensa, amplía la misión de los tres buques españoles destacados en la zona del conflicto, que además de dedicarse a vigilar el cumplimiento del embargo deberán consagrarse al "control de zona, escolta de refuerzos personales y logísticos, evacuación de refugiados y protección, coordinación y control del tráfico marítimo ( ... )".

Precisó, sin embargo, que los tres buques no brindan apoyo directo a los navíos comprometidos en acciones directas ofensivas. Ramón Espasa, diputado de IU, le recordó, sin embargo, que desde el mar Rojo, donde navegan las dos corbetas españolas, operan también portaaviones norteamericanos, cuyos cazabombarderos atacan Irak después de haber sobrevolado Arabia Saudí.

"Nuestros barcos", respondió Serra, "no están en zona en la que puedan producirse combates ni pueden ser alcanzados por los medios ofensivos de los que dispone Irak".