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El KGB también controlará la economía

Pilar Bonet

Los amplios poderes concedidos al Comité de Seguridad del Estado (KGB) y al Ministerio del Interior de la URSS para practicar registros, examinar documentos y cuentas bancarias a su antojo en todo tipo de empresas, incluidas aquellas que tienen capital extranjero, atacan la economía de mercado y pueden convertirse en un mecanismo de represión política, en opinión de medios económicos independientes moscovitas.

Un decreto del presidente Mijaíl Gorbachov, leído el sábado por la noche en la televisión soviética, da prácticamente carta blanca a los organismos policiales para ejercer, por su propia cuenta, el trabajo que en otras sociedades está reservado a los inspectores de Hacienda.El decreto prevé que los órganos del Ministerio del Interior y el KGB pueden entrar libremente en los locales de empresas, instituciones y organizaciones (con excepción de las sedes diplomáticas extranjeras), y examinar la producción, los almacenes, las dependencias de trabajo y los medios de transporte, y también confiscar muestras de lo producido.

Los registros pueden realizarse en presencia de los responsables de la empresa, pero también en ausencia de los mismos, ante representantes de organizaciones sociales" o de comités ejecu_ tivos de los sóviets locales. Losbancos están obligados a facilitar a los órganos policiales informac'ón sobre el estado de las cuentas y las operaciones monetarias y de comercio exterior realizadas por las empresas investigadas, con independencia de su forma de propiedad. La policía tiene derecho a-sellarlas cajas, otros lugares donde se guarda el dinero, los bienes materiales y documentos", así como a tomar 11 otras rnedidas" para conservar estos objetos.Oficialmente, el decreto está dirigido contra el "sabotaje económico y otros delitos en la econornía", y también a -poner orden en el abastecimiento a la población de alimentos y otros bienes de consurno".El decreto fue dado a conocer cuatro días después de que la dirección soviética aboliera los billetes de 50 y 100 rublos, una draconíana medida que sembró el pánico entre los ciudadanos y les obligó a entregar en tres días las reservas de estos billetes no depositadas en el banco. Comisiones especiales examinarán la "legal*dad" de tales reservas en función de los ingresos de cada cual.ContrabandoEstas medidas han sido tomadas después del nombramiento de Valentin Pav1ov, ex ministro de finanzas, como jefe del gabinete ministerial. Uno de los argumentos para suprimir los billetes de 50 y 100 rublos ha sido la existencia de grandes cantidades de rublos en el extranjero. -Pero ,cómo fueron a parar ahí?", se preguntaba el observador Pavel Boshehanov en el diario Koinso1no1ska¡a Prai,da. -Elpoder, por alguna razón, esquiva la respuesta a esta pregunta, desviando la conversación hacia unos míticos comerciantes y cooperativistas". -Pero,¿puede acaso fijarse en lo que pasa en los despachos de los altos funcionarios? ¿No surgen de ahí las decisiones?".El papel de los órganos policiales y también del Ejército parece cada día mayor en el nuevorumbo político soviético. El 1 de febrero entran en vigor las patru llas mixtas del Ministerio del In terior y el Ejército en los grandes centros industriales. Medios económicos relacionan estas patru llas con un previsible aumentodel descontento popular que pueda acaecer en el caso de una inminente subida de los precios.

Las patrullas pueden entrar en conflicto con posibles nuevas manifestaciones autorizadas, y las medidas que permiten la inspección policial en los negocios pueden ser utilizadas para reprimir no sólo a los pequeños empresarios individuales que luchan por abrirse camino en un medio adverso, sino a los nuevos periódicos independientes, a los que es imposible consekuir el papel para imprimir.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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