La guerra del Golfo bloquea la exportación de cereales desde la CE a Oriente Próximo

La guerra del Golfo y el incremento de los fletes en los barcos con destino a la zona, que, en algunos casos, suponen un aumento del 80% sobre las tarifas anteriores, han bloqueado en las últimas semanas las exportaciones de cereales a esos países desde el conjunto de la Comunidad. En el caso español, el conflicto se inició cuando ya se había realizado una gran parte de las exportaciones de cebada a Arabia Saudí. Por el contrario, la subida de los fletes y la falta de barcos impide operaciones para la venta de harinas y sémolas de trigo a los países del norte de Africa y de Oriente Próximo.

Los países de la zona del Golfo Pérsico han sido clientes tradicionales en la compra de cereales excedentarios de la Comunidad. De unas exportaciones totales cercanas a los 30 millones de toneladas, los países árabes adquirían aproximadamente unos 10 millones de toneladas. En esta campaña, desde el pasado mes de junio, las ventas no superaron los cuatro millones de toneladas. De estas cantidades, la mayor parte eran de cebada, donde Arabia Saudí es el principal comprador.Desde el ingreso en la Comunidad en 1986, España se convirtió en un discreto exportador de cebada con una media anual de unas 700.000 toneladas que casi en su totalidad se vendieron en los países árabes y especialmente en Arabia Saudí. En el último año, España exportó 920.000 toneladas de cebada de las que casi 800.000 se vendieron a los países árabes. Esta campaña, la Comunidad dió luz verde para la exportación de 900.000 toneladas de cebada de las que hasta la fecha se habían vendido más de 600.000 toneladas. Arabia Saudí adquirió casi 300.000 toneladas.

En este momento, según los responsables de la firma multinacional Mare Rich, principal operador cerealero en la zona del Golfo, las posibilidades de exportación real de cebada española a esa zona, caso de no existir el conflicto, tampoco eran muy elevadas ante la existencia de una cosecha corta y el funcionamiento de un mercado más estable.

Los problemas del Golfo han tenido una mayor repercusión negativa en otros países de la CE como Francia y el Reino Unido donde el conflicto ha cerrado las operaciones de exportación provocando una bajada generalizada de las cotizaciones al existir todavía excedentes en el mercado.

El coste medio de un flete a los países de la zona de Oriente Medio antes del conflicto se situaba para un barco de 50.000 toneladas a un precio de entre 14 y 15 dólares por tonelada. A raíz del inicio de la guerra, el incremento de los fletes se sitúa entre cinco y 10 dólares más por tonelada, lo que hace imposibles las operaciones. En algunos casos, según la Asociación del Comercio Exterior de Cereales, se piden fletes disuasorios de hasta 28 dólares por tonelada.

Ante esta circunstancia, las compañías exportadoras han solicitado de Bruselas una prórroga para el cumplimiento de los compromisos para la exportación. Por otra parte, la paralización del comercio con la zona, según señalan medios del sector, responde igualmente a las dificultades para hacerse con cartas de crédito con las suficientes garantías.

En el caso de las harinas de trigo y sémolas, durante el último año se exportaron desde España 170.000 toneladas, especialmente a Egipto y Argelia. Desde el inicio del conflicto, según la industria harinera, este tipo de operaciones, generalmente de pequeño volumen, se han paralizado por completo ante la imposibilidad de llevar a cabo las mismas a los nuevos precios de los fletes. Para los operadores del sector, el problema en muchos casos ya no es pagar un flete caro sino encontrar barcos dispuestos a acercarse por la zona cercana al conflicto.