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GUERRA EN ORIENTE PRÓXIMO

Los aliados sólo deben informar si hay emanaciones

El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), con sede en Viena, no recibió notificación oficial sobre el bombardeo aliado al Centro de Investigación Nuclear situado en Towaitha, a sólo 30 kilómetros de Bagdad, donde hay tres reactores experimentales. Según el portavoz del OIEA, Hans Meyer, "no existe obligación de notificar al organismo si no se producen emanaciones radiactivas". El mismo funcionario dijo que se habían enterado del bombardeo por los medios de comunicación.Irak e Irán solicitaron a la conferencia del OIEA una convención internacional prohibiendo atacar instalaciones nucleares entre países beligérantes.

En la central nuclear se efectuaban investigaciones para el uso de material radiactivo en áreas civiles y existían fuentes de cobalto e isótopos con fines médicos. Los tres reactores son el IORT 5000, que fue construido en 1967 con tecnología soviética, y tiene una fuerza de 500 kilovatios. Este es el potencialmente más peligroso por la cantidad de uranio acumulado durante 23 años de funcionamiento. El Tammuz-1, que fue inutilizado por la aviación israelí, y el Tammuz-2 que fue construido con tecnología francesa en 1987 y tiene una fuerza de 5 megavatios, mayor que el IORT.

El bombardeo de las instalaciones nucleares en Irak ha causado reacciones contradictorias entre expertos en energía nuclear y el OIEA, con sede en Viena. Expertos de ese organismo internacional aseguran que la "baja potencia" de los reactores hace que en caso de accidento sea significativa, afece la emanación de radiactividad ntando sólo al área próxima a la instalación.

Si la postura del organismo no es alarmista, opiniones extraoficiales de expertos que han visitado la central nuclear de Tuwaita son menos optimistas y afirman que el peligro en este caso no tiene que ver con "la baja o alta potencia, sino con el material radiactivo usado y almacenado durante décadas en contenedores bajo agua". Si las bombas llegan a esas piscinas, dijo un especialista a este periódico, "se produciría un Chernóbil en menor escala". Agrega que se producirían daños irreparables en las aguas, tierras y personas que trabajan en las cercanías. El peligro no viene de "explosiones atómicas, en este caso, sino de las emanaciones de gas".

Entre el 19 y 22 de noviembre del año pasado el OIEA realizó una revisión de salvaguardia en los dos reactores en uso del centro de investigación. El informe fue satisfactorio y no se detectaron desviaciones de material radiactivo con fines bélicos.

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