_
_
_
_
GUERRA EN ORIENTE PRÓXIMO

La estrategia de la guerra larga

Los bombardeos estimulan el apoyo de la población iraquí a Sadam Husein

Tras cinco días de guerra entre Irak y las fuerzas aliadas dirigidas por EE UU, comienzan a aflorar las fuerzas y debilidades de las dos partes. La estrategia de Irak ha sido siempre la de las guerras largas. El presidente Sadam Husein dijo a los dirigentes árabes recientemente que el error en los pasados conflictos con Israel había sido el de no luchar demasiado tiempo. El viernes, Sadam Husein había explicado su estrategia militar ante asistentes a una conferencia islámica en Bagdad: los tanques y tropas serían enterrados; cuando comience la batalla terrestre, los ejércitos iraquíes emergerán desde la profundidad de los bunkers para hacer frente al avance de las fuerzas aliadas.

La debilidad de la estrategia iraquí consiste en que el país tendrá que sufrir un castigo prolongado sin poder responder. Desde primeras horas del jueves, los principales edificios públicos y centros de comunicación de Bagdad comenzaron a desmoronarse a medida que eran alcanzados por misiles y bombas: Los ataques fueron certeros y si no se acertaba a la primera, se ordenaba un segundo ataque.Conocidos lugares de Bagdad comenzaron a desaparecer. La torre de comunicaciones fue destruida el jueves por la noche. Los cuarteles generales del Partido Baaz parece como si alguien le hubiese arrancado el tejado de un mordisco.. El sábado por la noche, la refinería de petróleo de Dorah, una de las mayores de Oriente Próximo, fue alcanzada y ardió durante toda la noche. La mayoría de los objetivos se encuentran fuera de Bagdad, pero el parpadeo de las luces sobre el horizonte y el temblor del suelo parecía demostrar el aumento de fuertes ataques.

Algunos de estos daños importan y otros no. Los edificios sedes de ministerios en Bagdad eran centros administrativos con escasa importancia para el funcionamiento de la organización. Y es que durante los años del boom del petróleo cada ministerio querra una sede de lujo. Durante la guerra irano-iraquí, todas las organizaciones civiles y militares claves se hallaban situadas en centros alternativos desde donde operaban. Pero las refinerías de petróleo, las principales centrales eléctricas y plantas potabilizad oras, además de los principales centro de comunicaciones, no pueden ser desplazados. De seguir el ritmo' de los ataques aliados de los últimos cinco días, antes o después, todo quedará destruido.

Dificultades de los aliados

El problema para los aliados no es que los ataques aéreos sean ineficaces o que no produzcan un grave daño físico, sino el que no haya garantías de que Irak se muestre más proclive a ceder tras un mes de bombardeos que el primer día de guerra. Un sorprendente aspecto de los últimos días es el endurecimiento de la actitud política del iraquí de la calle. El 15 de enero, el día en que Finalizó el plazo de la ONU, el Gobierno organizó el denominado Día del desafío en el marco de un orquestado reto al presidente de EEUU, George Bush. A la manifestación que presencié ante la embajada británica, había una atmósfera festiva en la que casi todos los presentes -a parte los funcionarios británicos- eran niños de colegios locales. Nadie parecía tomarse las cosas demasiado en serie.

Menos de una semana después, todo había cambiado. El impacto de la primera noche de bombardeo fue terrible. Fue como si la gente, en contra de toda evidencia, no hubiese pensado que iba a ocurrir. No hubo corte de luz en Bagdad; los puentes que cruzan el Tigris y los principales ministerios estaban iluminados con reflectores.

Había algún temor en la mezquita de Jadimiya, el principal templo de los musulmanes shiíes en Bagdad, pero había más gente rezando que lo habitual. Pero hasta el final, el Gobierno iraquí siguió su política de los cinco meses anteriores: responder a todas las amenazas para mostrar que no se dejaba intimidar por meras palabras.

Pero tras la desaparición del impacto de la primera noche de bombardeos, tanto el ambiente como la forma de vida en Bagdad se fueron transformando. La gente que había expresado su desinterés por el mantenimiento de Kuwait se sintió personalmente amenazada.

"Cuando vuelvo a casa no sé si encontraré a mi mujer e hijos vivos" decía un hombre. Quizás sea exagerado. Las afirmaciones de los aliados sobre el bajo nivel de víctimas son, al menos en el centro de Bagdad, casi con seguridad, ciertas. Un diplomático que visitó ocho hospitales en la capital para tranquilizar a enfermeras de su nacionalidad dijo que sólo había contado 25 víctimas, todas ellas soldados que habían resultado heridos al ser alcanzado por un misil el Ministerio de Defensa.

Pero, con independencia del número actual de víctimas, no hay duda de que los bombardeos y los ataques de misiles de los últimos cinco días han politizado a la población iraquí de una forma en que no habían logrado los cinco meses de propaganda lanzada por su propio Gobierno de Sadam.

Rabia de la población

El sábado, había un sentimiento de rabia y determinación que para nada había el 15 de enero. Mientras la guerra sigue adelante, este endurecimiento del clima político puede resultar tan importante como la destrucción física efectuada por las bombas y los misiles. El ministro de Información, Latif Nasssim Jassim, puede que haya estado en lo cierto dijo: "Irak no va a ser derrotado por una computadora".

Quizás, en 1991, Irak verá una repetición de los bombardeos contra el Reino Unido entre 1940 y 1941; o a Alemania entre 1942 y 1945; o a Vietnam entre 1964 y 1975; o a Líbano, entré 1972 y 1974. No hay duda de que ser bombardeado asusta; pero es una amenaza tan general en su aplicación que crea más enemigos que los que intimida. El miércoles, muchos iraquíes hubiesen dicho abiertamente que la ocupación de Kuwait era un asunto de Sadam, no suyo. El Fin de semana, era casi imposibles encontrar a alguien que no sintiera que Irak debería y debe luchar.

Es posible que, a largo plazo, que las condiciones de vida se hagan imposibles. Pero esto todavía tiene que ocurrir. El agua y la electricidad están racionadas. La comida no constituye un serio problema debido a las grandes reservas de alimentos que mantienen la mayor parte de las familias iraquíes. Además, mucha gente ha salido de Bagdad. Al pasear por los suburbios alrededor de Mansur, el sábado -ese día se desarrollaron como siempre carreras de caballos- las calles estaban desiertas.

Abandono y desolaciónEn una casa en Balayad, dos mujeres rodeadas por sus grandes familia preparaban la cena. Una de ellas dijo que acababa de oír de una radio extranjera que Sadam Hussein había enviado a su familia a Mauritania. Estaba convencida de que era mentira.

Al otro lado del Tigris, en el barrio de Karada, había un aire de abandono y desolación. Muchos de los que se veía en las calles iban vestidos con uniforme. Había pocas mujeres, lo que sugiere que las familias se han marchado.

Pero, ¿el hecho de que los aliados hayan infravalorado el que los bombardeos hayan reforzado la resolución de los iraquíes cambia algo? Al final, Irak sigue aislado. La estrategia iraquí de ganar tiempo para alcanzar logros políticos explicando su punto de vista y explotar su actitud de martirio por el islam y el pueblo árabe.

Pero debido a que Irak es un Gobierno profundamente autoritario y con una Prensa bajo completo control de las autoridades, no sabe como influir en las opinión pública de los países árabes ni en el resto del mundo. Por ejemplo sólo había dos periodistas árabes el pasado fin de semana en Bagdad.

A medida que las tropas aliadas se acercan, el final del papel del líder iraquí es, evidentemente, el del automartirio.

Copiright The Independent / EL PAÍS

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_