'Rock in Río' comienza con espíritu pacifista

La segunda edición del festival Rock in Río, que se inauguró anoche en el estadio Maracaná, de Río de Janeiro, pretende convertirse en una manifestación por la paz y recuperar el espíritu del festival de Woodstock, celebrado en Estados Unidos en 1969, durante la guerra del Vietnam. Se calcula que 200 millones de espectadores verán por televisión este certamen, que dura nueve días y cuenta con un presupuesto de 1.900 millones de pesetas.

A petición de Roberto Medina, promotor brasileño de Rock in Río, el mayor certamen musical del mundo, el polifacético artista norteamericano Prince abrirá este maratón musical internacional de nueve días de duración, compuesto por 46 recitales con un gesto pacifista, exhortando al público a sacudir pañuelos blancos en demanda de paz en el mundo. Para los aficionados cariocas, la mayor atracción es el recital de Prince, que puede llenar por sí solo las 200.000 localidades que componen el aforo del estadio de Maracaná.En los pasillos del Río Palace Hotel, de Copacabana, donde se hospedan los artistas, circulaba ayer la versión de que el jamalcano Jimmy Cliff se manifestaría por la paz a rilmo de reggae, interpretando su canción Vietnam, un tema que, según Bob Dylan, es la mejor música antibélica de todos los tiempos.

Jóvenes de todas las regiones de Brasil y del exterior llenan las 20.000 plazas de los hoteles carlocas, alquilan apartamentos en la vecindad de las playas o se hospedan en casas particulares en los alrededores del estadio de Maracaná.

Los organizadores prevén que un millón de espectadores desfilarán por el estadio de Maracaná, hasta el próximo lunes 27, para asistir a los recitales de Prince, Joe Cocker, Billy Idol, Guns N'Roses, Robert Plant, Run DMC, INXS, New Kids on the Block, Santana, Snap, George Michael y Lisa Stansfield, entre otros artistas de fama internacional, además de algunos de los principales de la música local, tales como Gilberto Gil, Gal Costa Alceu Valença y Elba Ramalho.

Además de los que concurran al estadio, el Rock in Río II, organizado con un presupuesto de 1.900 millones de pesetas, cuenta con un público potencial de 200 millones de espectadores de 50 países, en los que la televisión exhibirá las imágenes producidas por la cadena brasileña Globo. De esta audiencia, 40 millones de personas verán el certamen por televisión en Brasil, y 30 millones, en los países de América Latina.

Los honorarios de los participantes oscilan entre las 475.000 pesetas de algunos artistas locales hasta los 28.500.000 pesetas que cobrarán Prince y el británico George Michael por sus dos recitales.

Para evitar incidentes, en el estadio Maracaná se ha montado un fuerte dispositivo de seguridad, con 1.100 soldados de la Policía Militar y 500 agentes de una empresa de seguridad privada, contratados por los organizadores del festival.