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Se estrena en París 'Netchaiev ha vuelto', sobre la novela de Semprún

Ives Montand interviene en el filme "por amistad"

La película Netchaiev est de retour (Netchaiev ha vuelto), basada en la última novela del ministro español de Cultura, Jorge Semprún, ha sido presentada esta semana en París. Jacques Deray, el realizador de Borsalino y La Piscina, dirige el filme y Yves Montad lo interpreta. El actor francés confiesa que aceptó este trabajo "en homenaje a la vieja amistad personal y profesional" que le une a Semprún.

Netchaiev est de retour no pasará a la historia del cine, ni tan siquiera a la del policiaco, según la primera impresión de los críticos. Para curarse en salud, Dan Franck, el guionista, había confesado previamente que el libro de Semprún es "difícilmente adaptable" a causa de "la complejidad de las situaciones, la cantidad de personajes y las opciones ideológicas del autor".En verdad, la adaptación de la enrevesada trama no es creible. Montand interpreta a un antiguo resistente contra el nazismo, un hombre de intachable moral democrática convertido en jefe de los servicios de espionaje galos. Su hijo, "Netchalev", es un antiguo izquierdista transformado en un terrorista al servicio de Irán.

Una buena interpretación hubiera dado autenticidad a ese argumento, pero Montand se limita a exhibir con frialdad su repertorio de trucos y Vincent Lindon, Netchaiev, da la impresión de no haberse tomando todavía el café con leche del desayuno. Diversas carcajadas acogieron la presentación de un filme que hubiera debido llevar a la reflexión y a las lágrimas.

El libro de Semprún., escrito en francés y publicado en España a finales de 1988, cuenta la historia de cinco jóvenes "gauchistas" parisienses. Dos décadas después de Mayo de 1968, todos se han integrado muy bien en la estructura de poder, excepto "Netchaiev". Éste, cuyo padre es el patrón" del espionaje galo, continua un combate imposible a través del terrorismo. Con ocasión de una ola de atentados proiraníes, Netchalev, al que se creía muerto, reaparece en Paris.

La novela de Semprún contiene una excelente descripción de una cierta sociedad parisiense y una inteligente reflexión sobre el dogmatismo político, la democracia y el terrorismo. Sin embargo, la película de Deray, un artesano del género policiaco, ha eliminado todas esas complejidades para terminar convirtiéndose en un produto de "serie B", agradable de ver en la televisión un domingo por la noche.

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