Ventaja de Jorge Serrano Elías en las elecciones presidenciales de Guatemala

El ingeniero de 45 años Jorge Serrano Elías era esta madrugada el favorito para ganar las elecciones presidenciales en Guatemala, ante el empresario de 58 años Jorge Carpio Nicolle, después de los primeros recuentos extraoficiales. Los guatemaltecos acudieron ayer a las urnas para elegir al sucesor del presidente Vinicio Cerezo entre ambos candidatos derechistas, en un ambiente de tranquilidad vigilado por fuerzas combinadas del Ejército y de la policía. Los colegios electorales cerraron a las cinco de la tarde (medianoche, hora peninsular española) y la votación estuvo precedida por una campaña marcada por la violencia verbal.

Carpio, de la Unión del Centro Nacional (UCN) partía en desvantaja, según los sondeos previos a la elección, con respecto a Serrano, del Movimiento de Acción Solidaria (MAS). En la primera ronda electoral celebrada el pasado 11 de noviembre lograron alrededor del 25% de los votos cada uno (el católico Carpio, 25,7%; el evangelista Serrano, 24,2%). Los sondeos de intención de voto daban una clara ventaja, de 70 contra 20, al miembro de la Iglesia evangélica Serrano, quien dio la sorpresa en noviembre al alcanzar el segundo puesto que le permitió presentarse ayer, como favorito, a las elecciones presidenciales celebradas ayer.La ventaja de más de 50 puntos que los sondeos otorgaban al MAS, provocó en el partido que impulsa a Carpio, la UCN, una estrategia de descalificación de Serrano, en un intento desesperado por alcanzar una presidencia que se le escapa de las manos por segunda vez a los centristas.

Esta "campaña negra", según la calificación empleado por el propio Serrano Elías, parece no haber alcanzado su objetivo primordial, aunque tal vez haya incidido en un alza del abstencionismo, circunstancia que deja al futuro presidente en una posición incómoda para emprender las medidas de choque que la precaria situación económica en que se halla el país demanda con urgencia.

Guatemala es una nación cuya población se aproxima a los nueve millones de habitantes, con una deuda externa de 2.500 millones de dólares, un 45% de su producto nacional bruto. La inflación superó en noviembre de 1990, el 80% anual.

Derechos humanos

En el terreno político, el panorama no es más alentador: Guatemala fue declarado, recientemente, como el primer país del continente en violaciones de los derechos humanos. Por si fuera esto poco, Estados Unidos le cortó, en vísperas de Navidad, la ayuda militar ante la impunidad con que actúan las fuerzas de seguridad.Hacer valer la autoridad emanada de las urnas sobre los poderes fácticos tradicionales es una tarea primordial para el próximo mandatario si quiera recobrar el apoyo y la confianza de la comunidad internacional.

El próximo presidente también deberá tomar una política de austeridad y decencia pública, para recuperar la confianza de los guatemaltecos en sus autoridades, absolutamente desprestigiadas actualmente, tras la gestión del democristiano Vinicio Cerezo durante los últimos cinco años. Éste fue elegido en 1985, año de la entrada del país a una fase de democratización.

Sin embargo, el nuevo Gobierno heredará un país convertido en paraíso del narcotráfico y un proceso de pacificación interna en su fase más conflictiva: la negociación entre la guerrilla marxista y las fuerzas de seguridad que permita poner fin a una guerra civil de 30 años de duración, la más antigua del continente.Este último aspecto se considera vital, toda vez que es imposible poner en marcha un proceso de desarrollo sin la paz interna que permita su implementación. Además es precisamente la guerra civil el origen de las violaciones a los derechos humanos.

[Los dos candidatos han prometido negociar "sin condiciones previas" con la guerrilla de izquierdas de la Unión Nacional Revolucionaria Guatemalteca, informa France Presse].