El Ejecutivo colombiano firma la paz con otro grupo revolucionario
El próximo 26 de enero dejará de existir como grupo armado el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT). Ese día sus hombres lanzarán sus armas al mar, quemarán sus uniformes militares y detonarán toda su munición. Al acto asistirán varios de los 70 constituyentes elegidos el pasado 9 de diciembre. El PRT se convertirá así en el segundo grupo insurgente que se acoge a la paz. El primero fue el M-19. El 9 de marzo pasado dejaron sus fusiles y en sólo nueve meses se convirtieron en uno de los más importantes partidos políticos del país.
El PRT es el grupo guerrillero más pequeño de Colombia. Desde hace dos meses sus hombres se encuentran concentrados en un campamento de paz en el caribeño municipio de Ovejas.
Allí, el pasado viernes, el consejero presidencial para la Paz, Jesús Antonio Bejarán, y el comandante insurgente Valentín González firmaron el acuerdo que contempla todos los pasos de la desmovilización y la reincorporación a la vida civil.
En un solo punto no hay acuerdo. El Gobierno ofrece un puesto en la Asamblea Nacional Constituyente sin derecho a voto; los guerrilleros exigen al menos un constituyente pero con derecho a voz y voto. El Ejecutivo se comprometió a estudiar esta petición y a decidir sobre ella después del 26 de enero.
El nuevo paso hacia la pacificación del país se produce cuando los dos grupos guerrilleros más numerosos y violentos, las FARC y el ELN realizan una ofensiva a lo largo y ancho de Colombia.
Es la respuesta a la toma de Casa Verde, sede del comando central de las FARC, realizada por el Ejército el pasado 9 de diciembre.
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