Explicar el Este
Los rápidos cambios políticos en Europa dejan obsoletos los libros de texto de historia
ALICIA MEDEROS "¿Quién puede decirme por qué Mijail Gorbachov ha ganado el Premio Nobel de la Paz?". Esta pregunta, hecha por una profesor de Chicago (EE UU) a los 25 alumnos de su clase de historia, ha inaugurado una nueva polémica en Estados Unidos. Las respuestas revelaron que la mayoría de los libros de texto norteamericanos fueron editados antes de 1980, cuando el panorama internacional estaba dominado por la guerra fría. La discusión sobre si la visión que ofrecen del mundo los libros escolares ha quedado obsoleta ha llegado también a España.
Recién cumplido el primer aniversario de la caída del muro de Berlín, los cambios producidos en el mundo se suceden a una velocidad tal que las editoriales españolas de textos escolares trabajan a marchas forzadas para actualizar los libros de Ciencias Sociales de EGB y BUP." No se puede negar que los libros de texto ofrecen una visión incompleta del, mundo actual" asegura Jaime Mascaró, responsable de programación de la editorial Santillana. "De todas formas no diría yo que los libros actuales son obsoletos. En estos momentos estamos trabajando en una nueva edición, Los años 80, que verá la luz el abril de 1991 y en ella se recogen los cambios fundamentales de la década".
"De todas formas, hay dos aspectos que se deben tener en cuenta", continúa Mascaró, "por un lado, el rechazo de las familias si todos los años, o un par de veces en el mismo curso, tuvieran que comprar nuevos libros de texto; y segundo, que, aun cuando actualilzaramos anualmente los textos, la historia cambia tan deprisa que siempre irían por detrás de la realidad del momento. La misión de un libro de texto no puede ser nunca la de un periódico".
Historia o arqueología
Esta misma apreciación está en la cabeza de los profesores. Muchos entienden que para dar una visión del mundo adecuada a la realidad el libro de texto no puede ser más que un apoyo.
Los hay, incluso, que pasarían de enseñar historia tal como se presenta en los temarios. Rosa Ánima, profesora de Sociales en un colegio de EGB en Cantabria, afirma rotundamente que "la historia que debe enseñarse a un niño hasta los ocho años debería ser la de su entorno, una historia local, porque a esa edad no existe el pensamiento abstracto; además, si no aprenden a trabajar con la historia más cercana nunca entenderán la historia del mundo".
Rosa cuenta una anécdota ilustrativa de la "ignorancía respecto al entorno" de muchos alumnos capaces de relatar de memoria las batallas de la II Guerra Mundial. "Hace un par de semanas se hizo una encuesta en Asturias a varios centenares de niños de 10 y 12 años para saber si conocían su región, una de las preguntas era de dónde salía la leche. La mayoría de los niños respondieron que del te trabrik
Mucho más elocuentes han sido las respuestas que este periódico obtuvo de un grupo de alumnos a la salida de un instituto madrileño. "¿Que qué es la Guerra Fría?", se ríen desconcertados los cinco jóvenes de 17 años. "Pues no sé, creo que es un arma química de esas que usan en Irán o Irak, por ahí no?".
"Me parece lógico que respondan cosas así, porque la historia que les enseñamos es una "historia muerta, siempre fuera del alcance de los alumnos, ellos se limitan a empollar datos y fechas. Es una historia arqueológica, que les hace aborrecer la materia de por vida", insiste Rosa Ánima.
"No vamos a negar nuestra capacidad de decisión en los contenidos que editamos, pero conste que nos ceñimos a los diseños curriculares marcados por el Ministerio de Eduación y Ciencia. Nuestro planteamiento es hacer una historia dinámica, de hecho invitamos a los profesores a que manejen otras fuentes como periódicos, revistas o documentos. Cuando un libro llega al aula, la responsabilidad de saber utilizarlo convenientemente es del profesor", afirma Fernando López Aranguren, responsable de edición de la editorial S.M.
¿Cómo plasmar en un texto escolar una situación indefinida que todavía no se sabe bien a dónde va a parar?, ¿cómo y desde qué perspectivas explicar el nuevo Este a los alumnos españoles?",. Con estos interrogantes responde Jesús Navas, responsable de las ediciones Anaya, a la pregunta de si las nuevas ediciones recogen una visión global de los cambios.
Ediciones revisadasA finales del año pasado esta editorial sacaba algunas ediciones revisadas en las que se daba cuenta de los sucesos en el bloque del Este, la reunificación de Alemania y la de Yemen, así como los sucesos de China. En estos momentos se trabaja sobre unos textos que saldrán al mercado el año próximo.
"Hemos intentado recoger lo más significativo desde varias ópticas, pero nuestra vocación no es la de una publicación periódica", añade Jesús Navas. A partir del año próximo, cuando el Ministerio de Educación apruebe los nuevos diseños curriculares básicos contemplados en la LOGSE, los textos de Ciencias Sociales tendrán que incluir todos los temas de la actualidad histórica.
Pero además del riesgo de quedar obsoleta, la visión del mundo que ofrecen los libros de texto puede ser parcial. Marcos Roitman, profesor titular de la especialidad de Iberoamérica en la facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid, advierte que en la educación universitaria se reflejan los hábitos adquiridos en esta materia durante el bachillerato, y afirma rotundo que "la historia se hace en función de múltiples intereses, casi nunca pedagógicos".
"Para empezar, en estos años asistimos a una verdadera euforia de publicaciones sobre temas de América Latina. Gentes que hasta hace nada eran especialistas en otras materias y que hoy investigan sobre Latinoamérica con toda impunidad porque estamos metidos en el carro del 92", señala Roitman.
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